Teresa E. Hernández-Bolaños
Describir y explicar lo que sucede hoy en Cuba, después de las protestas y marchas en algunas ciudades en contra del gobierno, es complejo y controversial. Lo que Cuba ha significado en el contexto ideológico de América y del mundo desde la década de los 60´s, cuando la revolución cubana que había triunfado en 1959 viraba hacia el socialismo, continúa siendo sumamente importante, ya que parece que los viejos paradigmas y los fantasmas de la guerra fría siguen vigentes, sobre todo para los Estados Unidos, que insiste en devastar la economía de la isla, recrudeciendo el embargo económico, que finalmente le daría el triunfo ideológico al capitalismo, sobre el socialismo.
El domingo 11 de julio los cubanos salieron a las calles a protestar por la libertad, la falta de alimentos, medicamentos y vacunas ante el COVID-19. Las protestas evidenciaron la crisis sanitaria y económica que vive la Isla, pero no sólo eso, también la desestabilidad política que enfrenta Cuba, ante una reciente reestructura del Estado, plasmada en la constitución del 2019. Por lo que para explicar qué sucede hoy en Cuba, deben tomarse en cuenta los antecedentes históricos, políticos, económicos e ideológicos que la colocan en una coyuntura de crisis y transición.
Los factores externos a Cuba han golpeado fuerte, contribuyendo a generar una crisis económica, y ésta ha repercutido en plena pandemia en una crisis sanitaria, que el régimen socialista no ha podido resolver. La entrega del poder político en el 2019 de Raúl Castro a Miguel Díaz-Canel, en la figura de Presidente de la República, una figura que había desaparecido desde 1976, y que regresa en la nueva constitución, no es cosa menor, ya que a diferencia de Raúl Castro y Fidel Castro, quienes eran presidentes del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros (el primero el poder legislativo y el segundo el poder ejecutivo), además de ser comandantes en jefe de las fuerzas armadas y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), en otras palabras el poder absoluto; Díaz-Canel sólo es Presidente de la República para un periodo de 5 años y una reelección, una figura que es elegida por la Asamblea Nacional cuya dirigencia es el Consejo de Estado; por lo tanto, ostenta sólo el cargo de jefe de estado, ya que el jefe de gobierno es, en la nueva constitución, el primer ministro, que hoy es Manuel Marrero, y fue hasta este año, que Raúl castro entregó la secretaría del partido a Díaz-Canel.
Si bien, el partido, los cuadros políticos del gobierno, surgidos del buró político, continúan siendo los mismos de los Castro Ruz, y el sistema político que sostuvo al socialismo de Fidel y que hoy reprime a los cubanos, permanece, definitivamente la reestructura del Estado puede desembocar en una transición que está siendo duramente empujada desde afuera. Al parecer, Joe Biden no pretende suavizar el embargo económico contra Cuba ni quitarla de la lista de países terroristas en donde la colocó Trump en 2019, después de que Obama había logrado restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, suavizar el embargo y quitar a Cuba de la lista negra del terrorismo, que le impone a la isla sanciones adicionales al embargo. Por lo que Cuba desde 2019 sufre un estancamiento en su economía que se recrudeció con la pandemia.
Recordemos que el bloqueo económico fue impuesto a Cuba desde 1960 en el marco de la guerra fría y la lucha contra el socialismo en la región, después continuó un embargo económico que en 1996 se agravó con la ley Helms-Burton, con Bill Clinton; fue hasta la llegada de Obama, cuyo vicepresidente era Biden, cuando se suavizo el embargo. Desde 2019, se volvieron a prohibir los vuelos directos, se estableció una lista de más de 200 empresas cubanas con la que los ciudadanos estadounidenses no pueden realizar transacciones económicas, financieras, comerciales (entre ellas hoteles y centros recreativos), tampoco está permitido que filiales de empresas norteamericanas en otros países comercie con Cuba, las remesas están controladas y las exportaciones. Bajo este panorama la economía de Cuba, que vive de las remesas, el turismo y el turismo de salud, así como de algunos productos de exportación, ha sido aniquilada con el embargo y la pandemia. Esperemos que tanto los factores externos como los internos puedan mejorar y llevar a Cuba a mejores condiciones.
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