Teresa E. Hernandez-Bolaños
El presidente López Obrador ha venido reformando leyes como la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos, ambas han sido motivo de controversias constitucionales, ambas contravienen lo establecido en la reforma energética de Peña Nieto. Ahora se anuncia la reforma fiscal, que según la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, no aumentará impuestos, lo más frecuente y socorrido cuando de reformas fiscales o tributarias se habla. El gobierno pretende una reforma fiscal que aumente la recaudación. Los cambios que van desde facilidades administrativas y digitales, hasta precisiones de ley para evitar planeaciones fiscales agresivas y defraudación fiscal, harán, según la jefa del SAT, aumentar para el siguiente año 200 mil millones de pesos adicionales a lo recaudado este año, sin aumentar impuestos.
Un punto clave es la recaudación vía ISR (Impuesto Sobre la Renta). En diciembre pasado se realizó una reforma al Código Fiscal de la Federación, que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 8 de diciembre. Esta reforma del artículo 33, establece en términos muy llanos que el SAT facilitará e incentivará el cumplimiento voluntario del pago del ISR a los contribuyentes, a través de comunicarles, darles a conocer, de forma periódica la información que les impida caer en riesgos impositivos, es decir, en el incumplimiento de las disposiciones fiscales. Por lo que, el pasado 13 de junio, el SAT dio a conocer los primeros parámetros de referencia con respecto a tasas efectivas de impuestos para la medición de riesgos impositivos correspondientes a cuarenta ramas de actividades económicas para los ejercicios fiscales 2016, 2017, 2018 y 2019 sobre el padrón de grandes contribuyentes, lo que en teoría tendrá como resultado incentivar el pago de impuestos de los grandes contribuyentes y evitar la evasión y elusión fiscal.
El gran cambio en la propuesta de reforma fiscal actual, parece estar en la recaudación del ISR y no en el aumento al IVA (Impuesto al Valor Agregado), y en la presión y fiscalización para evitar evasión fiscal. El denominador común para aumentar ingresos y aumentar la recaudación suele poner énfasis en aumentar el IVA, por ser un impuesto fácil de recabar, al ser un impuesto directo al consumo, la carga fiscal se le aplica al consumidor, quien paga un impuesto por consumir un producto o servicio. De ahí que el mayor porcentaje de los ingresos tributarios, no sólo en México, sino en toda la región, le pertenece al IVA. Según el informe de la OCDE sobre las estadísticas tributarias 2021, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB en 2019 en México fue de 16.5%, muy por debajo del promedio de América Latina que fue del 22.9% y el de la OCDE de 33.8%, siendo el IVA el impuesto que más ingresos tributarios genera, de 24%, por arriba de la OCDE, pero abajo del 28% de la región, lo que indica que en la región de América Latina se apuesta por gravar al consumo, en lugar de mejorar la recaudación de otros impuestos. Las cifras nos indican que en México no hay un buen sistema de recaudación y hay evasión.
Lo que parece indicar que la reforma fiscal previa, la de Peña de diciembre del 2013, que reformó, adicionó y derogó artículos de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios y el Código Fiscal Federal, así como la reforma de Calderón que subió del 15 al 16 % el IVA en 2010, no lograron una efectiva recaudación tributaria, presionaron el IVA y dieron concesiones y exenciones de impuestos a varias decenas de empresas, recordemos que Peña Nieto sólo estandarizó o unificó el IVA en todo el país, ya que durante la reforma calderonista había un impuesto diferenciado para la franja fronteriza del 11% (subió del 10 al 11%).
La nueva reforma fiscal es un reto para el gobierno y sin duda no será fácil incentivar el pago voluntario de los contribuyentes y negociar con el sector empresarial, que ya ha señalado que se acercará a nuevo titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, para exponerle sus planteamientos sobre la reforma fiscal, que tiene como una de sus prioridades el combate a la informalidad. Estaremos atentos a esta nueva reforma, pero como siempre Ud. tiene la mejor opinión.
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