Teresa E. Hernández-Bolaños
Como es sabido, la economía mundial tuvo una fuerte caída del PIB una vez que se anunciara la pandemia por SARS-CoV-2, algunos sectores de la economía se han visto más afectados que otros, como es el caso del sector turismo. “Esta es con mucho la peor crisis que el turismo internacional ha afrontado desde que hay registros (1950)” dice la Organización Mundial del Turismo (OMT)[1]. El duro golpe ha afectado a algunas regiones y países más que a otros, y el nuestro es uno de ellos. No olvidemos que la industria turística sigue siendo uno de los tres sectores más productivos de la economía mexicana.
Durante el 2018 el Producto Interno Bruto Turístico (PIBT) a precios básicos representó el 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB) total del país, el sector turismo representaba el 6% de los puestos ocupados remunerados del total nacional, unos 4.5 millones de empleos directos[2], que hoy se han visto afectados. El turismo en México pasaba por una buena racha, un crecimiento de quince meses consecutivos desde diciembre del 2018 hasta febrero del 2020. Durante 2019 el turismo había crecido en los diversos indicadores, con 45.2 millones de turistas internacionales y una captación de 24 mil 563 millones de dólares, aportados al PIB nacional. También durante 2019 en el reporte de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial, se ingresó a México por primera vez en el Top 20 global, en el puesto 19[3].
México no era el único que pasaba por una buena racha, era partícipe del crecimiento del sector a nivel mundial. El turismo mundial venía creciendo durante 8 años consecutivos, su aportación al PIB mundial era del 10.4% una cifra de 8.8 billones de dólares y daba empleo a 319 millones de personas durante 2018, según datos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés). Una vez anunciada la pandemia e implementado las medidas restrictivas para prevenir, mitigar y controlar el contagio del virus el escenario cambió drásticamente y el sector enfrento una dura caída. Según cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo internacional se contrajo un -22% en el primer trimestre una vez anunciada la pandemia y podría caer de entre -60 a -80% en el conjunto del año, en comparación con las cifras del 2019. La región de las Américas, por su parte, se contrajo en la llegada de turistas internacionales en un -15% en comparación con las cifras del 2019[4].
Este desplome ha puesto en riesgo entre 100 y 120 millones de empleos directos en el sector a nivel mundial. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) prevé una pérdida de entre 1.5 y 2.8 % del PIB mundial debido a la crisis de la industria por el COVID-19[5]. Según Forbes, México pierde 4.1 mil millones de pesos diarios por el cierre del turismo, y prevé que el consumo turístico se reduzca a la mitad en 2020. En el caso de Querétaro, por ejemplo, el sector turismo representa el 21.5 % del PIB del estado, unos 12 mil millones de pesos. Con la pandemia se han perdido más de 3 mil millones de pesos y de 25 mil a 30 mil empleos.
Ante este panorama, la reactivación de la economía mexicana pos COVID-19 debe tener como prioridad el sector turístico. El resto para el gobierno mexicano es sin duda definir estrategias claras a corto y largo plazo, para poder recuperar el aporte del sector en el PIB nacional. Ya que, a pesar de que las medidas sanitarias implementadas en México desde marzo no implicaron cierre de fronteras, cancelación de vuelos internacionales, ni una cuarentena total, el contexto internacional logro impactar drásticamente. Poseer estrategias y acciones es determinante para la recuperación, ¿México y el mundo ya las ha diseñado?, lo revisaremos en un siguiente análisis del tema.
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