En Pocas Palabras
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Ómicron, la variante de la COVID-19 que pone a prueba al mundo

Imagen: Organización Panamericana de la Salud.

Teresa E. Hernández-Bolaños

En el momento en que la OMS (Organización Mundial de la Salud) diera la voz de alarma, el pasado 24 de noviembre, sobre una nueva variante del coronavirus proveniente de África y que la señalara como “preocupante”, el mundo comenzó a inquietarse. La cuarta ola del SARS-CoV-2 había iniciado de manera oficial para el mundo. Según los registros más recientes al menos 25 países han presentado casos de ómicron, la variante sudafricana, incluyendo a Estados Unidos, Canadá y Brasil, nuestros vecinos más cercanos. La presencia de una nueva variante genera muchas preguntas, desde si las vacunas actuales serán efectivas para la nueva variante, si ésta es más peligrosa y contagiosa que la Delta, entre muchas otras; pero lo que realmente está retando al mundo es si la nueva variante volverá a poner en jaque a las economías del mundo. Combatir una nueva variante “preocupante” sin desestabilizar la lenta y aún débil recuperación económica es el gran reto del mundo.

Pero, ¿cuáles son las características de la nueva variante que ha preocupado a la OMS, mucho más que la variante Delta? Según el informe de la OMS la variante B.1.1 529 fue notificada a la OMS, el pasado 24 de noviembre del 2021, por Sudáfrica, quien había presentado varios picos de contagios, pero en un último se había detectado la variante B.1.1. 529, según la información sudafricana el primer contagio con esta variante se detectó el 9 de noviembre. La variante B.1.1.529, que fue denominada ómicron por la OMS, presenta un gran número de mutaciones, según las pruebas iniciales el riesgo de reinfectarse por esta variante es mayor que con otras variantes preocupantes. Los expertos la presumen como más contagiosa, posee una alta tasa de propagación, lo que podría convertirla en la cepa dominante y desplazar a la Delta, la dominante actualmente. También señalan a la nueva variante como quizá más virulenta, cuyos síntomas podrían ser más graves. Hasta el momento, no hay evidencias de que las vacunas existentes y aplicadas, sean ineficaces ante la nueva variante, pero podría haber una reducción de la eficacia.

Los científicos han señalado que ya se están realizando estudios para examinar si los anticuerpos producidos por la vacuna tendrán un efecto contra ómicron, y ya se habla por parte de Moderna y Pfizer de una vacuna específica para ómicron, incluso dijeron estar prevenidos con vacunas para nuevas variantes. Finalmente, lo que hasta ahora se puede señalar sobre la transmisibilidad, gravedad de la enfermedad y la eficacia de las vacunas no está claro o se desconoce, como los señala la OMS en su informe, sin embargo, se debe estar preparado, ya que la decisión del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 de señalarla como preocupante y de solicitar a la OMS que informara sobre esta característica se basó en las mutaciones de esta variante que podrían afectar las características del virus, si lo hace puede propagarse con facilidad, generar síntomas graves e incluso generar un escape inmunológico, es decir, eludir la protección de las vacunas o disminuirla.

Quizá la incertidumbre sobre los efectos de ómicron sea lo más peligro para el mundo, confiarse será un error, tomar medidas de pánico será otro. Guardar el equilibrio entre la economía y la salud debe ser una obligación para los gobiernos del mundo. Un confinamiento total ya no es viable, pero tampoco debe continuar la flexibilidad de las medidas sanitarias. Ambos aspectos dependen uno del otro, habitantes sanos pueden y deben reactivar y mantener las economías, pero para ello los sistemas de salud deben permanecer alertas, las medidas deben restringirse de nuevo, las vacunas deben continuar aplicándose, el uso de mascarillas, los desinfectantes y el lavado de manos, el distanciamiento social, evitar aglomeraciones debe volver a ser una obligación; pero, sobre todo, la solidaridad entre las naciones debe lograr equidad en la aplicación de las vacunas, no olvidemos que mientras países de economías fuertes han cubierto una segunda dosis, incluso una tercera como Israel, países pobres, sobre todo en África, aún luchan por una primera dosis en sus poblaciones vulnerables.

Pero, como siempre, la mejor opinión la tiene Ud.