- A Goyo, periodista asesinado en Veracruz, hace ocho años, le pagaban 20 pesos la nota. A mí, en el portal de Proceso, me pagan 250 pesos por colaboración desde 2014.
Eric Pacheco
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estimó que el ingreso del periodista mexicano Jorge Ramos, de la cadena estadounidense Univisión, oscila entre los 20 a 25 millones de pesos al mes.
Antes, el Presidente ya había señalado que los ingresos del comunicador Carlos Loret de Mola, de Latinus, ascendían a unos 35 millones de pesos al año, incluso, agregó que otros periodistas ganaban mucho más.
¿Se excede el Presidente al plantear transparencia en los medios de comunicación y en los ingresos de los periodistas? ¿Es algo en lo que no debe inmiscuirse por ser un asunto privado, como dicen muchos? Veamos.
No es común que un periodista mexicano gane tanto dinero. A Goyo, periodista asesinado en Veracruz, hace ocho años, le pagaban 20 pesos por cada nota que publicaba.
A mí, en el portal de Proceso, me pagan a 250 pesos la colaboración desde 2014.
Mi hermano, Francisco Pacheco Beltrán, quien fundó un medio local en Taxco, Guerrero, y quien fue asesinado en 2016, ejercía el periodismo y al mismo tiempo optó por poner una tienda de abarrotes con su familia.
En realidad, ganar millones de pesos al mes, es una situación lejana para la mayoría de periodistas en México que, terminan por laborar en 2 o 3 medios si quieren alcanzar un ingreso decente.
El periodista Jorge Ramos no negó que tenga ingresos entre los 20 o 25 millones de pesos y esos montos que han sido ventilados debería propiciar un debate serio sobre la pertinencia de que haya transparencia en los medios de comunicación y los ingresos de quienes escriben en estos.
Por ejemplo, sobre el interés económico y político qué hay detrás de Latinus, que tiene como principal rostro de periodistas a Carlos Loret, otro periodista, Álvaro Delgado, escribió el siguiente texto:
“Una red de políticos prominentes y empresas (con acceso a dinero público) está detrás de Latinus” (https://www.sinembargo.mx/29-03-2021/3956818).
En el caso de Jorge Ramos, la discusión surgió con el tema de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, a los que que el periodista, que trabaja en una televisora de Estados Unidos, se ha enfocado en calificarlos como matones, torturadores y represores.
Ante las críticas del periodista, formuladas al Presidente de México, por promover que no se deje fuera a Cuba, Nicaragua y Venezuela en la Cumbre de las Américas a celebrarse en Estados Unidos, el Presidente respondió: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Aquí cabe preguntar sobre el país que arrojó bombas atómicas en el mundo: ¿En verdad se ve a Estados Unidos como el país con la autoridad moral para juzgar qué países violan los Derechos Humanos y cuáles no?
Debido a las críticas de Ramos en este asunto, fue que el Presidente insistió en su postura de que es saludable transparentar los ingresos de periodistas y estimó que en el caso “del amigo Ramos” sus ingresos oscilan en unos 20 a 25 millones de pesos, pero confió en que el periodista lo precise.
En este sentido vale la pena reflexionar:
Primero, ¿con ese privilegio económico los medios y sus periodistas tienen una conexión y reflejan de forma precisa el sentir de la gente? ¿Medios y periodistas privilegian el interés social, económico y/o político que es del interés de la ciudadanía o de grupos privilegiados? ¿En México, medios y periodistas fueron un grupo privilegiado que se confabuló y corrompió junto a la clase política? ¿Cómo impulsar también la democratización de los medios de comunicación en México?
Segundo: Los periodistas se han escudado en afirmar que, como el resto de particulares y sus empresas, tienen derecho a la privacidad de sus ingresos.
Sin embargo, lo que no dicen a la gente, es que a diferencia del resto de personas, los periodistas y los medios como empresas tienen como principal insumo la información y esa no es particular, no es privada, es de todos.
Por esa simple verdad, la gente tiene Derecho a Saber cuánto y quiénes le pagan a los periodistas y medios de comunicación que le informan lo que ocurre en su entorno.
De ahí que el presidente expusiera: “… si están defendiendo intereses que afectan a los pueblos, pues sí es un acto de honestidad el decir: ‘a mí me pagan tanto’, o sea, para diferenciar porque si no, así ¿cómo queda la gente?, ¿qué información recibe?, la que le conviene a los grupos de intereses creados”.
Considerar la pertinencia de transparentar los hilos económicos que mueve a los medios y sus periodistas, no impide que se critique al Presidente, como lo ha hecho Jorge Ramos con toda libertad o los propios periodistas de Libertad de Palabra, en otros temas como el de la inseguridad, donde hemos coincidido.
No obstante es inevitable, al escuchar que un periodista gana 20 millones de pesos al mes, recordar que otros periodistas como Gregorio Jiménez de la Cruz, Goyo, periodista asesinado en Veracruz, en febrero de 2014, uno de los tantos crímenes que hemos lamentado los periodistas mexicanos, cobraba 20 pesos por nota publicada.
Con un mes del millonario ingreso sería suficiente para impulsar una fundación de periodistas para periodistas y realizar muchos talleres, si se tiene interés en la profesionalización del gremio y auténtica preocupación por brindar herramientas que contribuyan en la seguridad de nuestros colegas.
Pero dudo que algo así pase.
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