En Pocas Palabras
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“Mañaneras”: Exceso del presidente o una nueva forma de informar

En la conferencia matutina presidencial. Foto: https://lopezobrador.org.mx

Teresa E. Hernández-Bolaños

Sin duda las declaraciones y opiniones de la reconocida escritora Elena Poniatowska en torno a las conferencias de prensa del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, conocidas como “mañaneras”, que calificaría de “exceso del presidente”, en el marco de las restricciones que el INE (Instituto Nacional Electoral) impuso a la presidencia, y que fueron tomadas como una censura al presidente, seguirán dando de qué hablar, porque han puesto en la mesa un asunto político importante; por un lado, la sobreexposición de la imagen del presidente y su gabinete; y por otro, la politización y consecuente confrontación de partidos y fuerzas políticas que inevitablemente resuenan en las conferencias mañaneras, con o sin la intención del presidente.

No olvidemos que el presidente finalmente representa o pretende representar una fuerza político-ideológica distinta a sus predecesores que surgieron de las fuerzas políticas del PRI y el PAN. El ordenamiento aprobado por el INE el pasado viernes 15 de enero, en el que se solicita al presidente se abstenga de hablar de partidos políticos y alianzas en sus conferencias matutinas, surge precisamente de las controversias y luchas políticas entre el presidente, la fuerza partidista y política que representa, y los partidos de oposición, como el PAN, el PRI y el PRD, que no dudaron en cerrar el año 2020 con una alianza, en la que justamente anunciaron un frente común contra el presidente, de cara a las elecciones de junio de este año, en las que se jugarán nada menos que 15 gubernaturas y 500 diputaciones federales[1], además de Alcaldías y Ayuntamientos. “La elección más grande en la historia de México”.

Y es justamente el PRD (antiguo partido del presidente), quien presenta ante el Consejo General del INE una solicitud de medidas cautelares para el presidente argumentando la presunta violación de los artículos 41 y 134 de la Constitución, concretamente en la mañanera del 23 de diciembre del año pasado, y que se sustenta de la siguiente manera: “…indebida intromisión en el Proceso Electoral actualmente en curso, promoción personalizada y la violación a los principios de equidad, imparcialidad y neutralidad (…) derivado de las manifestaciones realizadas en la conferencia matutina de diciembre de dos mil veinte”[2]. Así como también la violación de la resolución del Consejo General del INE que fija los mecanismos y criterios tendientes a garantizar los principios de imparcialidad y equidad en los procesos electorales federales y locales 2020-2021.

Y es que al minuto 33 de la conferencia “mañanera” del día 23 de diciembre del 2020[3] un periodista preguntó al presidente justo por la alianza anunciada un día antes (el 22) por los tres partidos de oposición más fuertes e importantes del país. ¿Cómo buscará que haya elecciones libres y qué opinión le merecen los comentarios que hicieron ayer los partidos sobre su alianza?, fueron las preguntas del periodista. A lo que el presidente comentó, que “era natural y obvio que se agruparan porque representa al anterior régimen que gobernó y dominó, asociados y simulando que eran distintos, pero que ahora se han quitado las máscaras y formalmente se agrupan para defender al antiguo régimen de privilegios, a la política neoliberal, que significa inseguridad, violencia, corrupción, empobrecimiento, privilegios de un sector, y buscarán en las elecciones el regreso de ese régimen. Pero es legítimo que se agrupen …” Declaraciones que sin duda removieron la molestia de la alianza quien de inmediato reaccionó y presentó la solicitud el día 28 de diciembre.

Más allá de que fuera aprobado el ordenamiento del INE, el pasado viernes 15 y de los intereses partidistas que hay detrás, para que el presidente se abstenga de hablar de partidos políticos, alianzas o directamente sobre la contienda electoral de este mismo año, durante sus conferencias, la propia permanencia, formato y duración de las “mañaneras” debería ser evaluada por el gobierno. Las conferencias diarias no sólo pueden desgastar la imagen del presidente, sino tener resultados opuestos y adversos a lo que se propone, informar, comunicar y tener un dialogo constante con la opinión pública, dado que también suelen ser instrumentos y escenarios de controversias políticas entre el presidente y sus adversarios políticos.

Justamente este ordenamiento emitido por el INE y el recurso de apelación de la presidencia y del partido MORENA ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación TEPJF, respecto a esta restricción, no es más que una muestra de estas consecuencias desfavorables del formato de las “mañaneras”. No sólo en época electoral, sino en el diario acontecer político y económico del país. Desgastar la imagen del presidente, sobreexponerlo y desgastar el discurso político del gobierno no parece ser favorable para nadie, menos para el Presidente.

[1] Puede consultar los datos oficiales en el INE: https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2020/08/002-mapa-Electoral-2021-1.pdf
[2]https://repositoriodocumental.ine.mx/xmlui/bitstream/handle/123456789/116334/CG2ex202101-15-ap-1.pdf
[3] https://youtu.be/OnP8SL11Uqs