Desde nuestra América
Desde nuestra América

La pandemia y nuestros contextos

Imagen: Especial.

Oscar Wingartz Plata*

De un golpe de timón, desde la pandemia, emergió un nuevo panorama altamente complejo en el cual no se puede avizorar nada promisorio. Esta contingencia, más que un paréntesis en el ciclo natural del mundo, amenaza con ser un acontecimiento que calará hondo en la historia de la humanidad; no por las muertes que el virus causa ni por la pobreza que ella ha profundizado, sino por las transformaciones que supondrá para las relaciones humanas y para la subjetividad. Ramón Chaverry Soto.

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de leer un libro que considero  extremadamente pertinente, tomando en cuenta estos tiempos complejos y de una enorme incertidumbre. En él se abordan una serie de reflexiones, planteamientos e ideas que nos ponen a pensar sobre la forma cómo se ha encarado esta pandemia, y los efectos que tendrá en el futuro inmediato. Una de las virtudes de este texto, con independencia del título[1], reflexiona en un amplio espectro; nos hace ver que hay un tramo largo por delante, no para la superación de la enfermedad, sino por las implicaciones que tendrá en la conciencia de los sujetos y sus relaciones. Porque es de evidencia que mucho en nuestras vidas ha cambiado.

Este trabajo parte de un contexto acotado como es el espacio filosófico-educativo, que dicho sea de paso, ha comenzado a trabajar de forma sistemática estos problemas. Muchas de sus reflexiones se abocan al análisis teórico, político, social, filosófico sobre las implicaciones que están teniendo esta contingencia, no sólo en el campo educativo, sino en el complejo de las relaciones sociales. Es de llamar la atención la amplia gama de planteamientos que nos ofrece, en el sentido, que nos muestra cómo se ve, capta y percibe la informática en nuestra vida diaria. Es decir, unos autores están a favor de ella (la virtualidad), otros en contra, por el cúmulo de efectos que está produciendo su uso y sobre uso; en una contemporaneidad que se ha visto trastocada, estos es, muchos de nuestros espacios vitales ha sido penetrados por la cibernética, en consecuencia, han sido modificados.

Tomando en cuenta estas ideas, hay una que tiene una enorme relevancia, la vamos a plantear de esta forma: ¿cómo se concibe el uso de la virtualidad en nuestras vidas? Asunto en extremo necesario y sumamente urgente de reflexionar. Los autores en cuestión trabajan sobre esta idea, tratando de poner sobre la mesa qué es, qué significa, qué implicaciones tiene, cómo apropiarnos de ella sin caer en los excesos que estamos viendo. Aquí viene un dato pertinente, cuando se pregunta sobre uso, hay un despliegue amplio de consideraciones al respecto, el asunto de fondo es preguntarse los porqués y los cómos, así como su sobreexposición. Esta es la pregunta central. En este sentido, quiero comentar una anécdota que escuché no hace mucho, a propósito de la contingencia, un camarada dijo: “Esto llegó para quedarse”. Pero, ‘esto llegó para quedarse’ no es de ahora, no es una consecuencia directa de la pandemia, ya tiene un tramo en nuestras vidas, por poner una referencia, 20 años, y su uso a escala ampliada.

Por otro lado, hay un aspecto que no se ha desarrollado con la extensión requerida, se refiere a las formas en que el Modo de Producción Capitalista se ha ido recomponiendo, precisamente a partir de la informática. Esta idea es central si queremos entender mucho de la lógica y la dinámica que se ha desarrollado contemporáneamente. No es ninguna casualidad que los grandes procesos productivos, sus avances y desarrollos se han anclado en la informática, esto quiere decir que el capitalismo en esta etapa de su desarrollo está teniendo una reconfiguración profunda, y todo lo que ello implica. Hay un efecto de atracción, donde todos los espacios y las esferas de la vida se ven arrastrados por esta reconfiguración. Esta ha sido una de las grandes transformaciones que vienen de las últimas décadas del siglo pasado y lo que va del presente. El enorme avance que ha tenido la informática, y los procesos computarizados.

Uno de esos efectos es la reconfiguración del trabajo, el llamado home office, trabajar desde casa, esta ha sido tan profunda que ya se legisló sobre el particular, es decir, quiénes, cuándo, dónde, cómo, en qué condiciones. Todo un universo de elementos y precisiones que nos hace pensar que los seres humanos estamos abordando una fase histórica sin haberla entendido realmente. Como en alguna ocasión lo comentamos en estas mismas páginas, ¿para qué quiero socializar?, ¿para qué quiero hacer una vida de relaciones vitales, si todo lo tengo en una máquina?, ¿para qué quiero ir a la escuela, si la escuela la tengo frente a mí en una pantalla? Estos son algunos de los cuestionamientos que se hacen, a partir de esta “nueva normalidad”, que de nueva no tiene absolutamente nada. Estar encerrados en casa no tiene nada de normal, vivir aislados, atomizados, ¿estar “en línea”, se puede considerar normal?

Aquí vendría un cuestionamiento severo y agudo, ¿cómo podemos hablar o pensar en una vida “virtualizada” en un contexto por demás complejo? Es decir, ¿cómo podemos decir que estas formas de organización de la vida son las más idóneas, las pertinentes, las deseadas, en un país como el nuestro, con una impresionante dependencia económica, tecnológica y científica? Esto lo podemos hacer extensivo al conjunto de nuestra América Latina. Acaso, no nos damos cuenta que una inmensa franja de la población latinoamericana viven en una extrema precariedad, donde sus vidas se debaten buscando el sustento diario, en el día a día. Eso de estar haciendo “cuentas alegres”, de manera descontextualizada nunca ha sido lo deseable.

Aquí cabría un ejemplo elocuente de lo que se está planteando, la inmensa distancia entre los países. Centroamérica, con excepción de Costa Rica, tiene un plan de vacunación contra el Covid-19, el resto no. Porque eso implica insumos, dinero, presupuesto, que obviamente no tienen. La pregunta es, ¿no tienen derecho a la salud? ¿Entonces la virtualidad se constituye en asunto de clases sociales, de ricos versus pobres, y desde ahí se enfoca el asunto?

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Docente-investigador en la Facultad de Filosofía de la UAQ.

[1] De León, F., Constante, A., Torres, J. A., et. at., Filosofía, Educación y Virtualidad, México, Editorial Torres Asociados, 2021.