
Oscar Wingartz Plata*
Sin entusiasmarse demasiado. Mora habló sobre el curso natural de las revoluciones y sobre todo de precaverlas. Las revoluciones pueden ser de dos tipos, dijo, unas que tienen causa y un objeto directo que, cuando los pueblos localizan y satisfacen, cesan en su acción. A éstas se llaman revoluciones “felices”, porque se sabe lo que se quiere y una vez obtenido, hay reposo. Abelardo Villegas.
El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el pasado domingo 22 de septiembre, en el World Trade Center de la Ciudad de México, renovó su dirigencia nacional, quedando como presidenta del mismo, la todavía secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde Luján, siendo candidata única postula al cargo, junto con Carolina Rangel Gracida como Secretaria General y Andrés Manuel López Beltrán como Secretario de Organización. En el acto, también estuvo presente, la presidente electa Claudia Sheinbaum Pardo. Un elemento a destacar es la juventud de la dirigencia elegida. Esto pocas veces se ha visto en la política nacional, lo cual, como todo asunto en esta materia, tiene sus ventajas y limitaciones. De ninguna forma se está denostando dicha elección, simplemente, resaltando el hecho.
Como en otras ocasiones, se han comentado algunos aspectos del actuar de MORENA en el ámbito nacional, sobre todo, a partir de las elecciones del pasado mes de junio con un triunfo demoledor, aplastante e inobjetable; donde la oposición quedó totalmente desmantelada y desubicada. Se toma este punto, por una razón que tiene su peso específico, este partido ha generado un enorme caudal de anhelos y esperanzas en el futuro inmediato y mediato. Es la primera vez en la historia del país que una agrupación política asciende a la primera magistratura del país en tan poco tiempo. No debemos olvidar que se fundó en 2011 como Asociación Civil, y el 9 de julio de 2014 obtiene su registro como partido ante el INE. Esto realmente es digno de mención, porque cuatro años después en 2018 l llega a Presidencia de la República en la persona de Andrés Manuel López Obrador, con una aceptación impresionante y entusiasta.
Estando, así las cosas, repite con mayor contundencia su votación por parte de la ciudadanía en las elecciones pasadas. Esto amerita un conjunto de reflexiones que deben ser propuestas, por una cuestión que no es usual, el incremento notable de su aceptación. No se afirma que esté fuera de lugar, o que sea algo extraño, es un hecho que debe ser calibrado en su justa dimensión, porque conjuga una serie de factores a ser analizados con mayor detalle. El primer dato, su desarrollo exponencial, de ser una agrupación civil, a ser partido político, y de ahí a la Presidencia de la República, como se ha comentado en tan poco tiempo, es decir, de su fundación a la presidencia, pasaron tan sólo siete años.
Ahora bien, en el acto estuvo presente la presidenta electa, para pedir licencia como miembro del partido, muchos se preguntarán qué tiene de especial, lo que llamó la atención es que dejó un catálogo de reflexiones a desarrollar en el futuro inmediato dentro de las filas del partido, entre otros asuntos mencionó: No ser un partido de Estado, no caer en la corrupción, evitar la frivolidad, el nepotismo, la división interna, la colusión con el crimen organizado y de cuello blanco. Es decir, una serie de encargos para toda la militancia, y diríamos, para todo simpatizante del partido. El punto a destacar es la imperiosa necesidad de hacer efectivas estas directrices en todo momento y situación. Como se ha dicho en otra ocasión, la tentación es mucha y las debilidades son parte de la condición humana. Por otra parte, está un asunto que debe ser valorado y profundizado: la formación política de sus cuadros, este elemento ha sido uno de los más complejos de alcanzar, porque no todos tiene esa preparación ni esa formación. Una cuestión es tener empeño, deseo, ánimo; otra muy distinta, es estar preparado, ser conocedor del quehacer político, se puede decir que “la grilla” por sí misma no los va a sacar adelante. Como lo ha mencionado el presidente López Obrador, evitar “la politiquería”, ese es un mal que ha acompañado a los partidos políticos de cualquier signo. Como se puede ver, el tramo por recorrer es largo y complejo.
Otro punto medular de estas reflexiones se refiere a la mística partidista, es decir, la convicción con la que se deben asumir y acoger los principios, los valores, las acciones de la agrupación política. Esto es relevante, porque en repetidas ocasiones, uno puede decir que comulga con el partido y su actuación es exactamente contraria a esos principios y valores. No son exageraciones ni estridencias, son parte de un andar que exige firmeza y rectitud para no claudicar ante los obstáculos. También se debe decir que el proyecto, no sólo político, si no, histórico de MORENA se está construyendo, no es una cuestión acabada, porque una razón clara, se debe alcanzar su consolidación; y eso el tiempo y sus acciones lo dirán. Es ahí donde deben aplicarse con mayor ahínco, no trastocar ese proyecto que es, la transformación de la vida pública de México. Se dice rápido, pero es un trabajo enormemente demandante. Por un elemento que es el eje de la discusión, qué efectivamente se camine en esa dirección, sin dilación, ni simulaciones. Como se dice en el argot popular: “no hay que irse con la finta”.
Deseamos que el proyecto de la cuarta transformación siga adelante, siga con paso firme, con idea y propuesta sólida, con esa entrega que permita ver y vivir los cambios que exige nuestro país. Esto también va a ser una labor del pueblo, el estar atento a que se cumpla con lo prometido, no sólo es un asunto del partido, es una labor de todos los que simpatizamos con la transformación del país. Son incontables las promesas hechas por años, décadas. Muchas de ellas han caído en el olvido, en el abismo de la demagogia, del cinismo, en la claudicación; por ello la exigencia, es que no se repitan esas acciones, que han lastimado profundamente el ánimo y la esperanza de la gente. Así pues, estamos ante la posibilidad histórica de vivir un cambio profundo en nuestro país, ello se requiere el concurso de todos y cada uno de los componemos esta gran nación. La posibilidad está ahí, dependerá de la capacidad, la honestidad y la rectitud de MORENA, el cumplir con el proyecto propuesto, para ello será pertinente trabajar un trecho más para llegar a ello.
*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.
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