Oscar Wingartz Plata*
En cada momento de crisis han aparecido oportunamente los actores sociales que han mantenido o rescatado esa conciencia excedente y que han abierto las vías para salir de una etapa ya agotada a otra anunciada como de superación, sobre y desde la cual la humanidad re-empieza a vivir el futuro. Para ellos los sueños no se agotan. Estos actores sociales han sido el fruto de un esfuerzo de hombres y mujeres por desarrollar la conciencia, mediante la utilización de la voluntad y la razón, acompañadas de la imaginación (la loca de la casa). Manuel de Jesús Corral C.
El pasado jueves 15 de agosto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le entregó a Claudia Sheinbaum Pardo su constancia de mayoría, por la cual se constituye en la Presidenta Electa de los Estados Unidos Mexicanos (con a, como ha pedido que la llamen) para el periodo 2024-2030. Este evento tiene ante sí una serie de reflexiones y planteamientos a ser considerados y analizados con espíritu abierto y sereno. Han pasado muchos, muchos años para llegar a este momento. Se puede decir, que han sido décadas de malos, pésimos gobiernos, empezando por ese instituto político que parece ser ya está viviendo sus últimas apariciones en la escena pública, nos referimos al PRI. Como se decía, el trayecto ha estado plagado de acciones, dichos y decisiones fuera de toda proporción, por no aplicar calificativos más fuertes y crudos.
No es bueno ni deseable irse con los simples halagos, ni quedarse en el triunfalismo. Ante esto, se debe decir que el camino que tiene ante sí la 4T (Cuarta Transformación), es largo y complejo. Sobre todo, si se desea constituir en un verdadero proceso transformador de la vida pública del país. Es como si se estuviera construyendo un proceso civilizatorio, ello implica años, décadas de estudio, reflexión y trabajo. Es un cambio de vida al que se aspira, esto desborda los márgenes de un sexenio. Podemos decir que es la Magna Utopía por realizar en diverso plano, y eso, en términos muy concretos, muchos de ellos, apenas están barruntados en el horizonte, no son un hecho.
Tampoco hay que perder de vista un asunto central en estas reflexiones, la mayoría de la población votó por la continuidad de un proyecto de gobierno, de nación; no por un personaje en lo particular. Se hace este deslinde, por una razón muy concreta, la presidenta electa, por sí misma no va a hacer todo eso que se está proponiendo, es su gobierno en unidad estrecha con el pueblo quienes lo vamos a hacer. Es pertinente hacer esta consideración, porque se estaba acostumbrado a personalizar las acciones, como si fueran personajes todopoderosos, que por un acto de su voluntad hacían lo que ellos decían o les proponían. Esta visión, parece que se ha ido superando, porque anteriormente, en sexenios pasados, se creía que el presidente, era la cabeza de todo en todo. Pero, no es así.
Por otra parte, hay una serie de problemáticas a ser consideradas, y en su caso resueltas. Algunas de ellas deben ser trabajadas con mayor cuidado, a manera de ejemplo se pueden plantear las siguientes: El caso Ayotzinapa sigue abierto, en algunas de sus fases se ve muy entreverado, como camino sin salida. La complejísima relación con el gobierno norteamericano, es una piedra en el zapato, lo seguirá siendo, quede quien quede en sus próximas elecciones. El presidente los fue capoteando, pero siendo honestos, hubo muchas cosas que no están claras y tersas, como en algunas ocasiones lo ha querido mostrar el presidente, un evento elocuente y muy cercano, la detención del Mayo Zambada y el Chapito. ¿Quiénes intervinieron?, ¿con qué recursos lo hicieron?, ¿cómo salieron del país sin ser hostigados por ninguna autoridad?, ¿todo estaba planeado fríamente?, ¿no tuvo conocimiento el gobierno de México de esos hechos?, ¿siguen “trabajando” con total impunidad los agentes de la DEA y de la CIA en nuestro territorio? Es decir, son una serie de cuestiones que ni el gobierno norteamericano ni el nuestro han aclarado firme y contundentemente. En consecuencia, eso se presta para todo tipo de especulaciones y diretes. A pesar de lo que diga el presidente López Obrador.
Otro asunto a reflexionar con actitud ponderada, es la continuidad de los programas sociales. Se plantea esta cuestión, porque no es cualquier cosa. Son programas federales que implican una ingente puesta de recursos en juego, el sólo hecho de otorgar una pensión a todos los adultos mayores, es una cantidad considerable de dinero que debe ser “religiosamente” dispersada. Así, como ese, el resto de los programas, que pretenden abarcar al conjunto de la población. La reforma al poder judicial es un punto de inflexión en la historia contemporánea del país, la pregunta entre otras muchas es: ¿cómo va a quedar esa reforma? Porque, si hay algo claro es que, esa reforma va porque va. Además, de ser una problemática urgente de resolver. No se puede seguir con un poder judicial bajo las actuales circunstancias, donde imperan una serie de situaciones que rompen estructuralmente con la impartición de justicia, se muestra como la antítesis de lo que debe ser: honesta, proba, transparente y expedita.
Como se puede apreciar hay un cúmulo de realidades susceptibles de ser reflexionadas con todo detalle y cuidado. El presidente le allanó mucho el camino a la presidenta electa, pero el núcleo, el meollo de las problemáticas deben ser trabajadas con mayor ahínco y esfuerzo. Finalmente, hay una cuestión que debemos cuidar con sumo cuidado, que la 4T no se convierta en el PRI del siglo XXI. Las tentaciones son muchas, los desvíos, también, no todos pensamos igual, ese es un elemento a ser desarrollado y reflexionando puntualmente. Esto se puede sintetizar de la siguiente manera: ¿cómo avanzar en el segundo piso de la transformación, sin desvirtuar y abdicar a sus principios fundacionales, ni a su inspiración original?
*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.
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