Análisis Desde nuestra América
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Caminando con propuesta sólida

Zócalo Claudia Sheinbaum México.
Opinión Caminando con propuesta sólida
Lonas colocadas en edificios contiguos al Zócalo de la Ciudad de México, el pasado domingo, día del acto que encabezó la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo. Foto: Presidencia de la República.

Oscar Wingartz Plata*

En teoría la implicación se justifica, pues los acuerdos respectivos fueron suscritos por todos los países y ello hace suponer que sus intereses estaban debidamente salvaguardados. En la práctica esto puede ser no cierto. El desigual tamaño de los países puede sesgar los acuerdos en favor de los países de mayor capacidad económica, a menos que se incluyan disposiciones compensatorias de las desigualdades, no porque se espere que éstas desaparecerán con la integración, sino porque dentro de la desigualdad caben distintos grados de satisfacción y de niveles de beneficio. Alfredo Guerra Borges.

A partir de los últimos acontecimientos suscitados con el gobierno norteamericano en torno a la aplicación de los aranceles a los productos mexicanos, canadienses y chinos. Se ha levantado una ola de comentarios, opiniones, planteamientos de por dónde sí y por dónde no transitar. Esto, también ha generado una marea de declaraciones por parte de nuestro gobierno en la persona de la presidenta Sheinbaum, entre otros puntos repetidos, recalcados y reiterados, la defensa de la soberanía nacional. En relación con ello, deseamos proponer algunas ideas que consideramos son centrales en esta disputa, porque, ahí no va terminar el embate por parte del gobierno encabezado por Donald Trump.

Un primer punto, es la parafernalia que ha levantado este asunto de los aranceles, desde el momento en que se dio el anuncio-amenaza, sobre todo, para sus socios comerciales a ambos lados de su frontera norte y sur, México-Canadá. Aquí el cuestionamiento es, ¿de dónde procede la amenaza?, ¿cuál es origen? Una de las razones es la profunda crisis económica que está viviendo Estados Unidos, ejemplo de ello, son los impresionantes gastos que tiene a nivel militar, el hecho de mantener sus bases militares alrededor del mundo le generan un sin número de gastos. Tienen según algunos analistas sobre la materia 870 bases desplegadas en todo el planeta. Con este dato se pueden dar una idea del gasto que implica su mantenimiento. Sin sumar las guerras veladas o abiertas donde han intervenido, el caso ucraniano es evidentísimo.

Es decir, abriendo frentes de guerra, para “darle aire” a su economía, y de paso, no perder hegemonía ni presencia geopolítica. El asunto ucraniano es realmente patético, en este sentido, su desenlace tiene visos de conclusión, pero, el costo de “esa aventura” para Estados Unidos y la Unión Europea les ha creado un cúmulo de problemáticas de diversa índole, incluso desde inicio de la guerra ya estaban presentes, como el proveer de energía a Europa. Alemania le compraba grandes volúmenes de combustible a Rusia, para poder sobrellevar los crudos inviernos y para abastecer su industria. Dos. Una deuda interna que vienen cargando desde la administración de Obama, la crisis del 2009, con el quiebre inmobiliario, los dejó extremadamente inestables. Tres. La amenaza de recesión está puesta en el horizonte, algunos economistas norteamericanos han dicho que se puede dar un fenómeno económico muy complejo que se conoce como: estanflación. La combinación de estancamiento con inflación. Si hay algo de eso, el asunto lo tienen extremadamente complicado. Una cuarta razón es, la concepción misma que tiene Trump sobre la condición actual de su país, esto es, pretende regresar a una idea de hegemonía norteamericana de los años de la posguerra. Eso visto con un mínimo de cuidado, simple y sencillamente, es estar totalmente desfasado de la dinámica mundial, por una cuestión muy clara, sus “enemigos de ayer”, no son, ni dependientes ni subordinados de sus dictados. El mundo, ya cambió.

Con los elementos propuestos se puede platear lo siguiente: La problemática que se le presenta al gobierno mexicano es, ¿cómo hacer frente a las amenazas vertidas?, ¿cuál debe ser la estrategia más sólida y viable ante este panorama? En ese orden, el analista económico José Romero propone una serie de consideraciones que le permitan al gobierno encabezado por la presidenta tener cierto margen de maniobra, el primero y más importante, visualizar con el máximo de detalle, ¿qué posibilidades tiene el país, ya sea de diversificar su economía o renegociar el T-MEC (Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá) en condiciones que no nos sean desfavorables? Sobre este punto apunta un elemento claro, contundente y evidente, con el gobierno de Salinas de Gortari, la economía mexicana entró una vez más en el ciclo de una profunda dependencia en relación con la economía norteamericana.

Ese sujeto se creía iluminado, creyó que con esa política nos íbamos a proyectar al primer mundo, pero, el resultado fue exactamente lo contrario: mayor dependencia, estancamiento económico, una precariedad laboral impresionante y la pérdida de la famosa competitividad por efecto de la dependencia. Esto es, el problema de fondo sigue siendo, la profunda asimetría entre nuestras economías, por su propia lógica nos coloca en una situación extremadamente vulnerable. Por ello la respuesta de la presidenta fue la del maestro Kalimán: “Serenidad y Paciencia mi pequeño Solín.” No se puede entrar en confrontación abierta, con una economía cuatro veces mayor que la nuestra.

Otra propuesta que se pone sobre la mesa, es ir creando las condiciones estructurales de una soberanía económica, donde se pueda romper ese círculo vicioso de mayor dependencia, baja producción, un consumo insuficiente, un proceso industrializador dependiente. En este punto, hay que hacer una consideración muy clara, si no desarrollamos una industria fuerte, sólida, de rango, seguiremos necesitando del conjunto de los insumos que complemente nuestra economía. Es el llamado ciclo completo de producción. Que nos permitiría generar mayores cadenas de valor. Para alcanzar ello, implicaría crea las estructurales económicas de mediano plazo, donde la población acompañe todo este proceso, con las implicaciones que ello pueda tener como, “apretar el paso” en el desarrollo de una estructura científico-productiva más avanzada y consolidada. Asunto complejo, porque, implica acercar los recursos y las condiciones materiales y económicas para que todo ello se cumpla y se materialice. Es lo que en algún momento afirmó el gran Karl Marx al decir: “Generar los bienes de capital son los que crean la riqueza de una nación”.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.