Análisis Desde nuestra América
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La utopía como esperanza y proyecto de vida

Andrés Manuel López Obrador y Enrique Semo
Opinión La utopía como esperanza y proyecto de vida
El historiador Enrique Semo Calev y el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en 2019.

Oscar Wingartz Plata*

La preocupación por afirmar la historia lleva a enfatizar grandemente el papel, la función del proyecto histórico. “En términos seculares, el proyecto de liberación es el proyecto que responde a la dinámica de la historia, y es a la larga más poderoso que el proyecto histórico de los dominadores.” Evidentemente aquí es muy difícil levantar una objeción por fatalismo, por teleologismo en la concepción de la historia. Es una visión no ajena a las convicciones que supone la aceptación de la idea de progreso. Horacio Cerutti.

Hay un planteamiento del eminente historiador en Economía Enrique Semo que dice: “Sin utopía no hay idea de porvenir”. Tiene mucha razón. En la etapa contemporánea, hay ciertos temas, inquietudes o preocupaciones que han pasado a un segundo o tercer plano, uno de ellos es, la utopía, no sólo como construcción teórica, si no, también histórica. Se hace esta afirmación por una cuestión que debería estar en nuestro horizonte cotidiano. A su vez, no tendría nada de extraño o de raro este asunto, pero de un tiempo para acá muchas temáticas se fueron desplazando hacia otros planos, y no precisamente los que nos podrían aportar elementos en la visualización de un futuro mejor. En este sentido, vamos a proponer algunas ideas sobre la relevancia y sentido profundo que puede tener el hablar sobre la utopía, en un plano más cercano a nuestra existencia.

La utopía ha sido, no sólo una reflexión sobre el tiempo, las sociedades y los mundos posibles, desde hace tiempo. Ha estado presente en el horizonte vital de los seres humanos como condición de posibilidad. Sin extremos ni exageraciones se puede decir que ha estado desde hace siglos entre nosotros, con diferentes tonalidades y variaciones en su comprensión, desarrollo y valoración. Es una propuesta que ha rebasado los linderos de una captación lineal, es un discurso que tiene una perspectiva multidireccional, esto le confiere un contenido muy rico, atrayente y complejo. Vamos a retomar la idea propuesta por Semo. Nos va a permitir ubicar el asunto que se desea proponer.

Enrique Semo es un académico de primera línea, nacido en Sofía, Bulgaria, actualmente tiene 94 años, y ha vivido en nuestro país años de años. Sus aportaciones al estudio de la economía mexicana y latinoamericana son relevantes, desde la metodología, la perspectiva y la visión marxista, para precisar los análisis que ha realizado. Recientemente elaboró un libro que tituló: La izquierda mexicana en su laberinto (1974-2024). Es elocuente el título de este trabajo, porque nos permite enfocar una serie cuestiones en extremo pertinentes para nuestro país, y en particular, para la 4T, y su proyecto de nación. Se retoma la figura del autor, porque, precisamente habla sobre la necesidad, la pertinencia y la urgencia de construir una utopía. Él mismo define el sentido de la utopía al decir: “La imaginación de futuro es lo que llamamos utopía”.

Como se podrá observar, hablar sobre la utopía nos lleva por senderos muy amplios y nos permite proyectar un mundo diferente, renovado. La utopía también significa, la negación del presente como está en este momento. ¿Por qué la negación del presente? Porque se proyecta hacia el futuro, hacia lo deseado, lo anhelado. Por ello, la relevancia de esta reflexión. De ninguna forma, se habla de mundos fantásticos, irreales, de pensamientos febriles o desproporcionados. Se habla de lo posible, lo accesible, lo pertinente. Es la relación estrecha entre lo deseado y lo posible. Es en este punto donde rompe con la fantasía y lo irreal. Esto lo podemos llevar a un plano concreto, histórico, como debe ser. Imaginar no significa desproporción, exacerbación; es la correspondencia entre lo anhelado y alcanzable. Si no fuera de esa manera, simplemente, eso que imaginamos se vuelve un total absurdo, fuera de toda posibilidad.

Ese plano histórico, concreto para el asunto que nos convoca, es algo muy delicado y complejo. Vamos a proponer la siguiente idea, como se decía, utopías han existido desde hace siglos, pero una que ha tenido un enorme impacto en la conciencia y la vida de millones de seres humanos contemporáneamente ha sido la propuesta socialista. Esa posibilidad histórica de superar la miseria humana desde lo comunitario, desde lo colectivo, ¿qué sucedió? Se quedó a medio camino entre lo deseado y lo concreto. Se fracturó en un momento crítico de su desarrollo, y con ella, cayó en un olvido no del todo justificado, y poco analizado en todas sus implicaciones, para no repetir esos errores. Como diría Semo, ese proyecto fue devorado por las burocracias socialistas.

En esta serie de consideraciones, hay una que es relevante, ¿cómo se concibe hoy hablar sobre un gobierno de corte socialista? Es de evidencia, que son etiquetas propagandísticas emitidas desde los sectores y los medios conservadores y de derecha para calificarlos o tildarlos de negatividad, Es decir, como si fuera algo malo o perverso ser de izquierda. En términos muy concretos, desde esta perspectiva, a nivel global no hay como tal una izquierda en sentido fuerte. Son gobiernos o agrupaciones que contienen o contemplan ciertos elementos o propuestas del ideario socialista, pero decirles abiertamente socialistas, está fuera de toda proporción, o más bien, es una nomenclatura poco precisa.

Estos elementos puestos en un plano cercano, como sería el gobierno de la 4T, deben ser estudiados y aquilatados con enorme ponderación y juicio crítico. Si este proyecto se muestra como la utopía mexicana del presente siglo, consideramos que todavía le hace falta mayor reflexión, estudio y análisis. Porque no debe estar constituido sólo por consignas. Debe ser un desarrollo extenso y profundo sobre los componentes centrales de este proyecto. Uno de ellos, que debe ser explicado a cabalidad es ¿qué significa hablar del humanismo mexicano? Dicho de golpe suena muy atractivo y embelesador, en concreto ¿qué es?, y ¿cuáles son sus alcances? Son estos elementos, donde se va visualizando el alcance de una utopía. Otro elemento, que tiene un carácter más propagandístico y que programático, es cuando la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada habla de las “utopías”. La pregunta es ¿qué considera ella por utopía y por qué denominarlos con ese término? En este punto, parece estar todavía muy difuso el término utopía para un proyecto social de mayor envergadura y alcance. Reflexionemos sobre estas cuestiones y su pertinencia.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.