Análisis Desde nuestra América
Análisis / Desde nuestra América

El Gobierno y la CNTE ¿Hacia dónde va el conflicto?

Opinión El Gobierno y la CNTE ¿Hacia dónde va el conflicto?
CNTE Plantón y marcha
Foto: Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Oscar Wingartz Plata*

El argumento de que no hay manera de financiar las propuestas de la CNTE para una reforma pensionaria porque implicaría el desfalco hacendario del gobierno, además del punto anterior, los profesores y otros servidores públicos, como los pertenecientes al sector salud, implícitamente, están dando su anuencia para que el Estado mexicano disponga de las ganancias que inmoralmente, y sin consentimiento de los titulares de las cuentas están llenando por miles de millones de pesos anuales los bolsillos de la banca privada. (…) Es posible resolver el conflicto magisterial, pero la solución se resume en dos alternativas: estar con los profesores o con las Afores. Lev M. Velázquez Barriga.

Una vez más, nos encontramos ante un conflicto protagonizado por el gobierno y la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación). El asunto de fondo, son una serie de demandas que ha presentado el magisterio mexicano en voz de la coordinadora desde hace décadas. No es la primera vez que lo expresan. Sin temor a equivocaciones, son demandas añejas de los maestros, con el paso del tiempo van cobrando tintes más agudos y complicados, uno muy concreto, ¿qué va a pasar con sus pensiones? La cuestión de las pensiones, no sólo ha sido un problema para el magisterio, se ha desplegado en todo el cuerpo social, por las implicaciones que puede tener en el mediano y largo plazo. Para todos aquellos trabajadores que están en el umbral de la jubilación se muestra como un problema real, entre otros puntos a discutir, ¿cómo van a quedar el monto de dichas pensiones? Aquí es donde se empieza a poner aguda la cuestión.

Una de las demandas centrales de la coordinadora es la derogación de la Ley del ISSSTE del 2007 durante el gobierno de Calderón Hinojosa, se continuó con Peña Nieto, en el fondo congeló las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado. La sola mención del punto, es en extremo compleja, porque pone contra la pared a los jubilados, es una cifra que sobrecoge, saber que se tasó dicha pensión entre un 30 y un 40% de su salario, lo que en términos estrictos están alrededor de los $4000.00. Haciendo una ponderación en términos generales. Esto significa sobre los hechos que ese monto es extremadamente raquítico. Ante esta evidencia, el magisterio se ha movido y organizado para demandar una pensión justa, digna y remuneradora. Todo esto, también está inmerso en una impresionante maraña de intereses, de manejos y como se maneja el presupuesto en ese rubro. La discusión en lo concreto es y ha sido, ¿por qué no se puede elevar la pensión de los maestros y los trabajadores del Estado en términos reales?

Aquí vienen una consideración relevante, ¿quién puede estar tranquilo y valorado después de 30 años de servicio con esa pensión? Durante los gobiernos neoliberales, el trabajo asalariado fue severamente castigado. Eso amplió y precarizó a la población del país, que son la mayoría. Si uno va revisando los rubros, los montos, las condiciones de dicha estructura laboral hay una pregunta obvia: ¿por qué se precarizó de forma tan impresionante el trabajo, y las consecuencias que se derivan de todo ello? Porque no se trata sólo del salario, también de las pensiones, y de las condiciones misma de vida. Aunado a esto, en este esquema, la edad va teniendo un peso específico, a la vez que se complejiza, el promedio de jubilación está entre los 60 años y 30 de servicio. Si se ve en perspectiva, la pensión cobra una relevancia mayúscula, porque el jubilado se ve entrampado en una disyuntiva extremadamente aguda, jubilarse a sabiendas de que su pensión no tiene ningún peso específico en su vida o seguir laborando y los riesgos que ello conlleva.

En este contexto, el gobierno federal ha establecido una serie de consideraciones, si son analizadas con mayor cuidado, veremos que se ha empantanado la discusión. Es decir, la negociación está en “una estira y afloje” muy complejo y desgastante, por lo que se alcanza a ver en el corto plazo, no hay una solución. No es extremo lo que se está mostrando, por una cuestión que es clara, durante décadas el salario general se estancó en términos reales, ello significó como ya se ha expuesto, la precarización de la población en su conjunto, esto llevó a un retroceso significativo en las condiciones de vida, todo paulatinamente fue impactando de manera más severa, a los sectores más vulnerables, por el bajo poder adquisitivo que tenían. Así, pues, la demanda de la coordinadora es justa, necesaria y humanamente digna.

Un punto que debe ser analizado por el gobierno federal es la forma o la manera en que está enfrentando la coyuntura, porque pareciera que sólo hay una versión de los hechos, la oficial. La parte magisterial no se ha visto, ni se ha desplegado con la amplitud necesaria, lo que nos lleva de manera reiterada a un espectro ya visto en otras épocas, se va imponiendo una narrativa, que se “muestra como la efectiva”, y el resto son expresiones o muestras con escasa consistencia y a retazos. La presidenta el pasado viernes 26 de mayo se quejó diciendo que los maestros no acudieron a la reunión convocada. Aquí se abre un planteamiento pertinente, ¿por qué no acudieron los maestros a dicha reunión? Como todo, hay razones por las cuales la dirigencia no acudió. A manera de hipótesis: ¿qué se iba a discutir en dicha reunión?, ¿más de lo mismo?, ¿había algo nuevo que poner sobre la mesa? o ¿iba a ser un diálogo reiterativo? Esto no se comentando de manera clara y explícita.

Por otra parte, se debe decir que, la coordinadora desde hace años ha ido desarrollando una serie de propuesta para mejorar la enseñanza básica, a través de los encuentros que han tenido, donde han salido ideas que bien vale la pena analizar y reflexionar, entre otras cuestiones, desarrollar metodologías de enseñanza contextualizada, lo cual le daría un enorme impulso a la enseñanza. Esto quiere decir, ir avanzando en la formulación de nuevos materiales, para ampliar la visión y la formación de los maestros, ello evidentemente impactará en la preparación de los niños y los jóvenes en el plano inmediato. En este punto, se puede revisar el trabajo hecho por el autor del epígrafe de esta entrega, el doctor Lev M. Velázquez Barriga y su pedagogía crítica. Esto también debe ser valorado con absoluta pertinencia. La discusión no está anclada única y exclusivamente en el dinero y prestaciones. Tiene una dimensión mucho más amplia. Hay propuesta, no sólo quejas.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.