¿Cayetana viene a ilustrarnos?

Oscar Wingartz Plata*

No fue Hegel tan ingenuo que no pensase que algún día esas regiones pudiesen ser protagonistas de la misma historia. Pero eran sólo futuro de una historia que llegaba a su fin para acrecentarse a sí misma en un progreso infinito. “América -dijo Hegel- es el país del porvenir. En tiempos futuros se mostrará su importancia histórica, acaso en la lucha entre América del Norte y América del Sur.” Pero para ello, “América debe apartarse del suelo en que, hasta hoy, se ha desarrollado la historia universal. Lo que hasta ahora acontece allí no es más que el eco del viejo mundo y el reflejo de vida ajena. Leopoldo Zea.

Hace un par de semanas se dio un evento que ha levantado un cúmulo de opiniones, planteamientos, críticas, e incluso, ciertas simpatías, para determinados núcleos de la sociedad, esta fue la visita de Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, XV marquesa de Casa Fuerte, aristócrata, diputada, periodista e historiadora española-argentina-francesa y demás, invitada por Ricardo Salinas Pliego, para que diera una conferencia sobre la democracia en Puebla, ante un auditorio predominantemente joven. El asunto no tendría mayor relevancia, si no fuera porque llegó en un momento muy movido por estar las campañas electorales a todo lo que dan. Es aquí donde surgió la avalancha de dichos y decirse al respecto. Este personaje milita en las filas del Partido Popular, una agrupación política de derecha, junto con el Partido VOX, constituyen la extrema derecha en España. Ahora el asunto es plantear algunas ideas sobre su presencia entre nosotros.

Es evidente que arribó a nuestro país en un momento coyuntural, no es una casualidad, ni un hecho circunstancial su presencia. La simple invitación de otro personaje que está en el ojo del huracán lo hace más explícito, el dueño del Grupo Salinas y Canal Trece. Al que se le está siguiendo una causa fiscal. Ahora bien, una de las preguntas que nos podemos hacer es, ¿qué nos puede decir a los mexicanos la marquesa de Casa Fuerte a estas alturas de la historia?, ¿No han sido suficientes 300 años de coloniaje? No debemos perder de vista que la relación con España ha pasado por momentos realmente complicados. El hecho mismo de la Independencia generó en la península, una crisis profunda, entre otras razones, porque, la llamada Nueva España era la colonia más rica y más desarrollada en el continente americano. Es de evidencia, que no se iban a desprender de ella con tanta facilidad. Hubo varios intentos por recuperarla, pero fueron infructuosos. Otro momento álgido fue su Guerra Civil, y la derrota de la República a manos de las huestes encabezadas por Francisco Franco. Durante la dictadura del “Caudillo”, sobre los hechos, no hubo relaciones diplomáticas con España.

Estando así el asunto, nos encontramos con un personaje que sus “propias credenciales” nos ponen en alerta, es decir, ¿cómo una descendiente de la monarquía viene a hablar de democracia, en un contexto, que desechó esas formas de organización social hace más de doscientos años? Con dos breves espacios, los imperios fallidos, de Iturbide y Maximiliano. Porque no se trata simplemente de dar una conferencia, y ahí quedó el asunto, va más allá. Tiene tras de sí, toda una forma de ver y entender el mundo, la vida misma, desde sus concepciones, desde su condición de clase. Una cuestión que llamó la atención sobre su visita, es la manera en que trata los asuntos políticos, esto es, la política no se ordena desde lo personal, como si fuera algo de propia invención. Tiene un desarrollo y una estructura de siglos, y evidentemente se ha transformado con el paso del tiempo. Un cambio sustancial de la política ha sido a qué estructura social responde. Al interior de este quehacer, están los llamados modelos políticos. Es decir, no es lo mismo hablar de ella en un contexto liberal, teocrático o de corte socialista, por poner tres ejemplos.

En este sentido, retomaría un planteamiento ya expuesto, ¿a qué intereses responde la política en términos generales? ¿cuáles son los grupos de poder y las fuerzas político-sociales que están en pugna? ¿cuáles son sus códigos? ¿cómo expresan esos códigos? Este es un asunto que el propio presidente López Obrador ha expuesto con insistencia, ¿la oposición a quién o a qué responde? También lo refiere como el bloque conservador. Un dato clave del bloque conservador, es dejar las cosas como están, y con ello, que sus privilegios queden intactos. Ante esto viene la pregunta, la señora Cayetana ¿qué nos puede decir, o en su caso ofrecer? Realmente poco o nada, más bien, “ofrecería” su visión del mundo y los privilegios de su clase. Si es así, está totalmente equivocada. Porque nuestra sociedad ha caminado muchos y se sigue transformando. Realmente es patético ver que traigan a un personaje con esas características, con esos contenidos, con esas ideas.

Nuestro país ha construido a través del tiempo, un conjunto de instituciones políticas, sociales, económicas y culturales de enorme calado. Otro elemento, cada día se trabaja por darle mayor estabilidad al país, que algunos quisieran ver que se desarticule, que se confronte innecesariamente ante panoramas apocalípticos, como los que se han estado predicando desde la oposición, esto en sentido estricto, no es hacer política, eso es ser agoreros del desastre, como si eso fuera razón suficiente para infundir el discurso del miedo y la zozobra entre la población. Una vez más, no debemos confundirnos, la apuesta de la oposición al traer a una monárquica, y que nos venga a predicar algo que ellos poco practican, es la consecuencia directa del agotamiento y la desesperación al ver que sus estrategias de campaña se han visto desdibujadas por su poca incidencia entre los electores, y ante la posibilidad objetiva que van a perder en las próximas elecciones. Esto puede verse en la encuesta que difundió uno de los diarios más críticos al gobierno y al MORENA, El Reforma, el 19 de marzo, con la enorme diferencia que hay entre Sheinbaum y Gálvez.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.