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YAKO, un episodio negro que marcó a 17 trabajadoras del hogar en Querétaro

  • El choque de la camioneta en la que eran trasladadas a trabajar a la zona residencial de Zibatá en Querétaro, el 05 de julio pasado, provocó la muerte de una mujer empleada doméstica y secuelas graves en varias de sus compañeras que han sido olvidadas.

  • El caso evidenció, además, una cadena de omisiones de la empresa que las transportaba, de sus patrones y de las autoridades queretanas, que no solo ha derivado en que el caso esté impune, sino que además ha puesto en duda la efectividad de varios programas del gobierno.

Redacción

“Sí iba muy rápido la combi”, recordó Gabriela Gómez Sánchez, empleada doméstica convaleciente en su cama.

“Me salía sangre de los oídos, de la boca. Fue algo impresionante lo que yo vi”, agregó su compañera Lourdes Camacho Jiménez, quien está en silla de ruedas.

Daniela Miranda Mauricio compartió: “Escuché a mi niña llorar, pues ya estábamos todas tiradas”.

“Siempre en esa camioneta íbamos unas 3 personas de más”, señaló otra de las empleadas con las lesiones más graves: la señora Marisela Rivera Basaldúa.

“Es el quinto, sexto accidente y fuertes, porque hubo heridos, pero ahora hubo muertos”, lamentó Herlinda Sánchez, otra mujer que se dedica al trabajo doméstico.

Han pasado más de dos meses del accidente de una unidad de Grupo YAKO, que trasladaba a 17 mujeres –todas trabajadoras domésticas en Querétaro– de comunidades rurales hacia el desarrollo residencial “Zibatá”, mujeres que hasta ahora han sido olvidadas por todos los actores responsables.

Promocionada como una empresa de servicios logísticos, YAKO también ofrecía el servicio de transporte de personal, pero operaban sin permisos y sin un seguro, como lo confirmó el director del Instituto Queretano del Transporte, Gerardo Cuanalo Santos.

“No tenían permiso para brindar el servicio y no tenían seguro para brindar el servicio, además”.

Tras el accidente, la empresa YAKO ofreció apoyar a las familias de las personas fallecidas, pero en el caso de Marta Becerra Salazar, trabajadora que perdió la vida, sus familiares no han recibido apoyo.

“No hemos tenido ninguna señal de, tanto de la empresa, ni una llamada ni el seguro de la empresa se ha acercado”, lamentó Miguel Guevara Sánchez, viudo de la señora Marta Becerra.

Otras de las empleadas domésticas, resultaron con diversas lesiones y secuelas, pero también dijeron que han sido olvidadas.

“Me hicieron cirugía en mi ojo, me pusieron 15 puntos y tengo dos fracturas en la nariz”, señaló Gabriela Gómez Sánchez.

Su compañera, Lourdes Camacho Jiménez, tampoco ha recibido apoyo, a pesar de las secuelas que le dejó el accidente: “Tengo lesiones en ambas piernas, en la mano. Al parecer traigo fractura de mandíbula y hasta el momento, hasta la fecha, ningún apoyo, ningún… de nadie, de nada”.

“Tuve una fractura de tibia; de la mano derecha fractura de radio y cúbito; y de la otra mano de cúbito. Ningún apoyo de nada para nada”, refirió Marisela Rivera Basaldúa una de las empleadas domésticas con más lesiones, madre de 3 hijos.

YAKO entregó un pase médico de 24 horas, solo a algunas de sus pasajeras, con las lesiones menos graves.

“Me operaron y al otro día me tuvieron que dar de alta porque nada más era 24 horas ahí”, relató Daniela Miranda Mauricio mientras señalaba su pie izquierdo:

“Pero de mi pie ya no, pues ya no sé si está bien o está mal. No, no tengo fuerza en este pie”.

La trabajadora doméstica, María Dolores Jiménez Martínez, con fractura en el tobillo, también dijo que el pase médico ha sido el único apoyo de la empresa “Grupo YAKO”.

“Tuve fractura en el tobillo, de hecho apenas me quitaron el yeso el sábado. Pero me duele hasta la rodilla y tuve golpe en el pecho, esta parte de aquí se me raspó, tengo una cicatriz por dentro del labio, porque se me abrió el labio. Pero ya pues de ahí fue lo único que pues, no has apoyado, ¿no?”.

Herlinda Sánchez, otra de las empleadas que viajaba en la unidad de YAKO, consideró: “Es muy traumático, es muy desesperante, es físico, emocional y pues es un cambio de vida total”.

En el Desarrollo Residencial “Zibatá”, personal de YAKO se jactaba de tener privilegios.

“Y él nos decía que estaba en nosotros, si buscábamos otro transporte, pero que en Zibatá no iban a dejar entrar otro transporte”, recordó Marisela, trabajadora que era usuaria de las unidades de YAKO.

Incluso, al interior de “Zibatá”, YAKO operaba con una ventanilla donde se vendían sus boletos.

Sosteniendo el boleto rotulado con la leyenda “Zibabús”, Lourdes Camacho señaló: “Sin este boleto no teníamos acceso al servicio. Pagábamos ahí en taquilla y ya nos daban nuestros boletos y ya estos era los que recibían ellos al subir”.

A otras trabajadoras domésticas como Daniela Miranda Mauricio, habitante en una localidad del municipio de Colón, YAKO le cobraba: “$50 de ida y $50 de venida, eso era lo que costaba el boleto”.

La empleada agregó: “Esa ruta nos llevaba y nos traía de ahí porque los carros solo te dejan en la carretera, ahí subiendo para el Penal. Toda las que íbamos a Zibatá nos íbamos en esa combi”.

Algo similar refirió María Dolores Jiménez Martínez: “Era el único transporte que las señora se movían a trabajar”.

El gerente de la Asociación de Colonos, Luis Gerardo Ramírez, negó algún vínculo con YAKO:

“La Asociación de Colonos no tiene ninguna relación comercial ni con… esté, eh, con la empresa ni con cualquier otro servicio de transporte”.

Y aunque el acceso es controlado, y las trabajadoras fueron credencializadas, el gerente dijo que el ingreso es como el de cualquier otro transporte.

“… De la misma situación como es un UBER, como es un DiDi, como es un BlaBlaCar, como son los mismos taxis, son contratados por el usuario”.

En este sentido, le fue preguntado: “Entonces, digamos, eh, quien hacía el contrato con la empresa, ¿era cada, cada uno de los residentes?”

Tras unos segundos, Luis Gerardo Ramírez, gerente de la Asociación de Colonos de Zibatá, resolvió: “No sabría decirte cómo es esa relación laboral o cuál es el contrato. Nuevamente: el usuario son ellos”.

Pero para Lourdes Camacho, trabajadora del hogar, la relación está clara:

“Obviamente era un arreglo que tenía Zibatá con YAKO, porque de otra manera no podía entrar él, porque otro transporte no entraba, entonces obviamente era un convenio, una asociación, no sé qué sea, pero otro transporte público no entraba”.

Otras de las empleadas domésticas que eran trasladas por las unidades de YAKO hacia el desarrollo residencial “Zibatá”, señalaron que el personal de la empresa les exigía los boletos.

“Me acuerdo bien que el chofer una vez nos dijo que esos boletos eran nuestro seguro, que por si algo nos pasaba”.

Pero tras el accidente y ante la falta de atención y apoyo, Herlinda Sánchez lamentó: “Díganme si en algún momento se hizo válido eso. ¿De qué sirvió el méndigo taloncito, si no sirvió de nada?”.

Aunque para Luis Gerardo Ramírez, el gerente de la Asociación de Colonos de Zibatá, es un “asunto entre particulares”.

Algunas trabajadoras dijeron que YAKO tenía tiempo de dar ese servicio: “En este año ya iban para 2 años”.

Ante lo que admitió como una capacidad limitada para haber podido detectar a las unidades de Grupo YAKO que, sin permisos y seguro, trasladaban a las empleadas domésticas hasta “Zibatá”, el director del Instituto Queretano del Transporte, Gerardo Cuanalo Santos, atribuyó parte de la responsabilidad a las usuarias:

“Nosotros hacemos esfuerzos, en lo más que podemos, para todos los días estar revisando, todo el transporte que cuente con los permisos que son correspondientes (…) Pero bueno, tenemos una capacidad y tenemos un alcance también y aquí es parte del usuario que se comprometa con nosotros a poder entender cuando un servicio es regular y cuando un servicio es irregular”.

Para Marlene Martin Rico, abogada del Despacho Jurídico Multidisciplinario “Temis Servicios Estratégicas”, la responsabilidad es de la autoridad estatal del transporte y no de las mujeres:

“Ellas no tenían por qué pedir acreditación de que ese transporte era ilegal o no o estaba dentro del marco de la legalidad, quien tiene que vigilar ese cumplimiento, es el propio Instituto Queretano del Transporte y aquí había un boletito”.

El propio gerente de la Asociación de Colonos de Zibatá se refirió a la taquilla que YAKO tenía dentro del desarrollo residencial.

“La misma empresa, YAKO, eh, pegó un comunicado dentro de su, pues en la esta, como taquilla que tenían, que a partir del jueves, iban a estar pues haciendo los reembolsos de los boletos que se habían quedado vendidos”.

Pero el director del Transporte, Gerardo Cuanalo Santos, reconoció que ni siquiera sabía de esa taquilla:

“No, no conozco esa terminal, o sea, lo que hay aquí, claramente, es un acuerdo entre particulares para brindar un servicio, de manera irregular,¿no?, si hay venta de boletos o no hay venta de boletos, pues por el hecho de ser irregular, nosotros no tenemos conocimiento de esta parte”.

“Si este señor está cobrando una buena cantidad, ¿por no hacer su trabajo?, por no, no checar que Zibabús, que YAKO, estén trabajando bien, derecho, con sus permisos, porque como le vuelvo a decir: transportan vida humanas, no transportan otra cosa”, cuestionó la trabajadora doméstica, Lourdes Camacho Jiménez.

La abogada Marlene Martin Rico añadió: “El Estado debería de ser corresponsable cuando no puede dar garantías para que operen estas empresas, es decir, si la empresa de transporte estaba operando en la ilegalidad y el Instituto Queretano del Transporte no tenía conocimiento absolutamente del contexto, es que el Estado no conoce el contexto, ¿no?, el gobierno no conoce el contexto de la sociedad”.

En su primer informe, el gobernador de Querétaro afirmó: “Para que los gobiernos funcionen y las cosas realmente sucedan, deben mantenerse dos constantes, la primera es trabajar con cercanía, ahí donde están los problemas, para conocer de primera mano las necesidades de las personas”.

En el estado de Querétaro, hay 46 mil personas que se dedican al trabajo doméstico, remunerado, 43 mil 986 son mujeres y 2 mil 963 son varones, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

No obstante, sus condiciones laborales no son inspeccionadas por las autoridades locales.

“Tu servidora tiene la facultad de realizar inspecciones a las fuentes laborales y en el caso concreto de este rubro, hay que advertir que son domicilios particulares, entonces no hay una disposición que posibilite a la autoridad local a llevar a cabo este tipo de inspecciones que sí puedo hacer en cualquier empresa, que se refiera a condiciones generales de trabajo”, expuso la secretaria del Trabajo del Poder Ejecutivo de Querétaro, Liliana San Martín Castillo.

El accidente exhibió la falta de apoyo de la mayoría de los patrones de las mujeres trabajadoras domésticas que lo sufrieron:

“Ya mi patrón ni siquiera me mandó mensajes ni nada para ver si iba a regresar o cómo estaba”, dijo la empleada Daniela.

La titular de la Secretaría del Trabajo en Querétaro dijo que existe una Procuraduría con la que atienden a las personas trabajadoras.

“A fin de no dejar un sector vulnerable ni desatendido, es que a través de otra unidad administrativa que es propiamente la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, puedan acudir y ahí sí pedimos que sea de manera presencial, eh, para verificar de qué se queja”.

Pero a esa Procuraduría solo se han presentado 170 empleadas domésticas este año. Las demás: 43 mil 546, que no tienen ni un contrato por escrito, no han acudido.

Por sus lesiones, varias de las trabajadoras domésticas, tienen dificultad para salir de sus casas, como la señora Marisela Rivera Basaldúa: “Como yo, pues estoy prácticamente como un bebé, me tienen que bañar, me llevan al baño, me dan de comer en la boca”.

Marisol Kuri Lorenzo, la directora del Instituto Queretano de las Mujeres dijo que trabajan de manera transversal para mejorar las condiciones de las empleadas domésticas.

“Creo que es un tema que estamos abordando. Tenemos muchos aspectos que estamos trabajando de mano con la Secretaría de Trabajo, para identificar a estas mujeres y cuáles son sus condiciones de trabajo, para que sean más justas, más incluyentes, para que tengan más posibilidad, por ejemplo, de transporte, de guarderías”.

Al respecto, la secretaria del Trabajo expuso: “Dentro de las estrategias que estamos realizando en la Secretaría del Trabajo, es apuntar a beneficiar a este sector, ¿cómo lo hacemos?, implementando programas, programas específicos”.

Uno de esos programas, es el “Seguro de Desempleo”, que fue ofrecido en su campaña, hace un año, por el hoy gobernador, Mauricio Kuri González.

“Te voy a apoyar con un seguro de desempleo de 3 mil 500 pesos mensuales”, afirmó el entonces candidato del PAN.

Pero la trabajadora doméstica, Herlinda Sánchez, que justamente se quedó sin poder trabajar tras el accidente de la unidad de YAKO, reviró:

“La verdad no, no he visto nada, si hay un ‘Seguro de Desempleo’, pues por lo menos que alguien me informe, que venga y que me diga, que me diga aquí y a mis compañeras, ¿dónde se puede solicitar eso?, porque le digo, nadie se ha presentado con nosotras”.

Otra promesa fue apoyar a mujeres en estado de vulnerabilidad: “Si eres una mujer en estado de vulnerabilidad, 1500 pesos te caerían bien, ¿verdad?”, se ve a Mauricio Kuri decir en uno de sus promocionales de campaña.

“Hasta aquí no nos ha llegado ese apoyo, no se ha escuchado nada, aquí tenemos un grupo de Whats App con la delegada de aquí, de los apoyos que llegan y no nos han invitado y nunca se ha comunicado con nosotros que nos invite o que haya esos apoyos, tampoco, no hemos sabido nada de apoyos”, señaló la trabajadora Gabriela Gómez Sánchez, quien por las secuelas del golpe recibido en su ojo derecho, durante el accidente, dijo que tiene dificultad para ver cuando oscurece.

En campaña también ofrecieron “atención médica hasta la puerta de tu casa”: “Si no puedes asistir al médico, el doctor y los análisis van a ir a tu hogar con el programa ‘Clínica en tu casa'”, aseguró el candidato del PAN a gobernador, Mauricio Kuri González.

En su primer informe, el gobernador Kuri celebró: “Alcanzamos un 90 por ciento de abastecimiento de medicinas e incrementamos en un 20 por ciento la atención de los usuarios en servicios médicos”.

No obstante, para Lourdes Camacho, trabajadora doméstica que exhibió las carencias en cuanto a atención y medicamentos del centro de salud a unos metros de su casa, esa es “otra promesa más que está caída, que está derrumbada porque no se ha realizado nada de eso y luego le dan consulta, pero no le dan el medicamento”.

En su primer informe de gobierno, el mandatario estatal también aseguró que su gobierno es “sensible” al apoyar a las personas que más lo necesitan, pero también afirmó:

“No creemos en el clientelismo, sino en el empleo que, no tengo la menor duda, es el mejor programa social”.

Para incorporar a la gente a un empleo, desde el gobierno de Querétaro optaron por ofrecer capacitación a las personas, pero, respecto a las trabajadoras del hogar, la secretaria del Trabajo, Liliana San Martín Castillo, acotó:

“En el caso de las trabajadoras del hogar, ellas no buscan capacitarse, eh, a ver, ellas, eh, resuelven, a ver, su tarea es hacer un trabajo de aseo o de cuidado o de asistencia, lo que hacemos es ofertar cuáles son las capacitaciones que tiene la Secretaría y es un tema voluntario, ellas eligen si quieren continuar en esa labor o si quieren fortalecer su perfil personal y profesional”.

Sin embargo, la situación de estas mujeres es más compleja, para optar por un empleo en una fábrica o empresa.

“Pues yo lo hacía por mi niña, porque no la quería dejar sola, porque si entraba a fábrica es dejarla mucho tiempo solita”, compartió Daniela Miranda Mauricio, quien justamente el día del accidente llevaba a su hija de 4 años en brazos.

Mientras el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, afirma que en Querétaro “no hay impunidad”:

“Luchar contra la impunidad es mi principal vocación, yo, me gusta mucho vender, soy vendedor nato, me encanta la venta y el mejor producto es Querétaro y el mejor argumento de venta es que aquí en Querétaro no hay impunidad”, afirmó el 12 de julio pasado en la “Presentación del Índice de Estado de Derecho 2021-2022 Informe Querétaro”.

Aunque para Alondra González Loyola, de la asociación civil “Las Temis Luchando Juntas”, ese es un mero discurso: “No es tanto que él, al dar su discurso, de que no existe impunidad, no la haya, sino que las personas, días con día, con cotidianidad, se dan cuenta de que, bueno, así es, ¿no?, o sea, es solo un mero discurso”.

La Fiscalía de Querétaro inició una investigación, pero esa institución, encabezada por Alejandro Echeverría Cornejo, no entregó información del caso, ni otorgó una entrevista, peticiones realizadas a través de su titular de Comunicación, para que explicaran la demora en la investigación.

“Esta investigación está completamente atorada, no ha habido ni un avance que digan: ‘Ya tenemos a algún responsable’. La Fiscalía pues ha estado pidiendo a las personas que están heridas, que sufrieron daños en el accidente, que vayan a tomar su declaración. Sabiendo que están las personas heridas, no se pueden movilizar, deberían de mandar a alguien en especial para que les hiciera su declaración”, consideró el señor Miguel Guevara Sánchez, viudo de Mara Becerra Salazar, la trabajadora doméstica que perdió la vida.

En este sentido, la abogada Marlene Martin Rico consideró: “La Fiscalía no está haciendo su trabajo, ¿no?, la Fiscalía lo que está haciendo es un ejercicio de violencia institucional, inhibiendo las denuncias, es la propia Fiscalía que debiera ir a sus lugares a tomarles la declaración”.

“No hablamos de pocas mujeres, o sea, realmente son muchísimas mujeres que están en estas condiciones y este es un pequeño ejemplo pues de lo que pasa al exterior realmente con muchísimas mujeres que están en la misma situación y pues desprotegidas, desamparadas por todos lados”, expuso sobre el caso de las 17 mujeres trabajadoras domésticas accidentadas, Tania Castillo Márquez de la asociación civil “Las Temis Luchando Juntas”.

Alrededor de 500 personas que se dedican al trabajo doméstico, son trasladadas diariamente hasta “Zibatá”, por lo que piden regular esos medios de transporte y garantizar sus derechos laborales.

“Somos seres humanos, igualitos que los dueños, igualitos que los residentes, igualitos que todos los dirigentes que están dirigiendo estos camiones, igualitos, no nos falta ni nos… nada, somos iguales, entonces ya que volteen a ver y que vean que los que se están muriendo en esos accidentes, son personas”, finalizó Herlinda Sánchez, trabajadora doméstica en Querétaro.