Opinión y análisis
“Venía en busca de una buena vida, pero no la encontré”: Mohammad El Kabouri.
Ramón Martínez de Velasco
I
Algo le sabe Carlos Loret de Mola al gobernador.
Algo le sabe la revista Proceso al gobernador.
Algo le sabe El Universal al gobernador.
Algo le sabe Milenio diario al gobernador.
Algo le saben en las redes sociales al gobernador.
Algo le sabe El Financiero al gobernador.
Algo saben de lo público y de lo privado del gobernador.
“La noticia es una. La diferencia está en quién arma el rompecabezas”.
Y con lo público y lo privado del gobernador han armado una radiografía.
La radiografía de un vividor.
II
Dos niñitas pobrecitas se me abrazan.
Hoy es día de dinerito y comidita.
Allá les han dado ropita.
No saben, aún, que un vividor nos está saqueando.
No saben, aún, que un vividor les roba su futuro.
No saben, aún, que un vividor desvía nuestros dineros a su ranchito.
No saben, aún, que un vividor no construye escuelas ni amplía Universidades, sino que se guarda nuestros dineros en maletas.
No saben, aún, que con esos dineros cuadriplica el tamaño de su ranchito y da de comer a sus bestias.
Sí saben, y muy bien, que a aquello se le llama “no tener madre”.
Sí saben, y muy bien, que a ése vividor le llamamos “pinche ladrón”.
Sí saben, y muy bien, que a ése vividor le llamamos “pinche muerto de hambre”.
Epílogo
Éramos una máscara,
con los calzones de Inglaterra,
el chaleco parisién,
el chaquetón de Norteamérica
y la montera de España.
Y el indio, mudo,
nos daba vueltas
alrededor.
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