Análisis Desde nuestra América
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¿Nunca vamos a aprender?

AMLO, spot un peligro para México 2006.
López Obrador: Un peligro para México
En las campañas presidenciales de 2006 fue emitida una serie de spots contra el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador que lo señalaba de ser “Un peligro para México”.

Oscar Wingartz Plata*

Los liberales constituían un pequeño grupo que aspiraban a dirigir y educar al país, luchando contra la supervivencia vigorosa de la sociedad colonial. Para ello no sólo practicaron una política de fuerza, sino que importaron del exterior una ideología y una filosofía. Pero esta filosofía liberal venía indisolublemente ligada a las estructuras sociales de sus países de origen y por eso, a la postre venían imbuidas de un nuevo colonialismo. El colonialismo industrialista y capitalista se presentó como adalid en la lucha contra el anticuado colonialismo español. Muchos de los liberales no entendieron así y su acción condicionó que, al cabo de algún tiempo, los mexicanos plantearan la lucha anticolonialista contra aquellos que había sido considerado como aliados naturales de la libertad. Abelardo Villegas.

Hemos propuesto este epígrafe por considerarlo sumamente pertinente para los tiempos que estamos viviendo y los que vienen en el mediano plazo. Su extensión nos permite apreciar con mayor cuidado las reflexiones que deseamos exponer. La cita propuesta hace mención de un tramo de nuestra historia, por cierto, muy convulsa; la consolidación del Estado mexicano en el siglo XIX. Se plantea este asunto ante la inminencia de las campañas electorales, que son un capítulo entreverado y complejo de nuestro México. Al margen de las capacidades y los talentos de nuestros políticos e intelectuales de aquella época, el trasfondo, en muchos aspectos no ha cambiado mucho, es decir, una pugna férrea por el control estatal. Todo ello mostró un periodo abigarrado y confrontativo, donde la nota central, estaba dada por el rumbo de país que se deseaba alcanzar, y para conseguir esos propósitos se echó mano de todos los medios a su alcance.

Un matiz que debe ser tomado en cuenta es, las formas, los recursos, los medios que había entre un periodo y otro. Se menciona este punto, porque, parece ser que no terminamos de entender en su justa dimensión ¿qué es y significa la lucha electoral y el quehacer político? Para el caso que nos atrae, inició la contienda electoral, comenzamos a padecer y a sufrir el embate de esa pugna sin márgenes claros y probos. Es decir, la propaganda, la demagogia, “los dimes y diretes”, la manera en que los actores políticos se muestran ante la ciudadanía, con tonos cada vez más crudos y pocos serios.

Uno de esos tonos es, la falta de probidad y respeto para los receptores de esos mensajes, eslóganes, discursos o propuestas, es la llamada Infodemia. Una avalancha de consignas donde cabe todo. Mentiras, verdades, hechos distorsionados, carencia de un mínimo de veracidad sobre lo que se emite. Parecería que los equipos de campaña tienen por consigna, el ataque virulento y carente de rectitud y seriedad. Sobre todo, cuando los números no le favorecen, a cierta agrupación. Aquí cabe un ejemplo más que patético de esto que se está mostrando, la campaña electoral de 2006 donde “resultó ganador” Felipe Calderón, la frase emblemática fue: “López Obrador, un peligro para México”. Para los que recuerdan ese momento, fue impresionante ver y oír la propaganda vertida, que a todas luces no tenía consideraciones de ninguna naturaleza. El sólo hecho de emitir una consigna de ese calibre, mostraba el encono, la carencia de decoro y un afán desmesurado de agredir de todas las formas posibles a los adversarios.

Siendo ponderados, debemos decir que ese tipo de propaganda debería ser proscrita del nuestro horizonte político-electoral. No por mucho agredir, por eso se va a conseguir el favor de la ciudadanía. A estas alturas de los tiempos debemos exigir seriedad, probidad y respeto para todos y cada unos de contendientes, lo demás, es entrar en terrenos que no abonan en nada a la exigida civilidad. Por ello, el planteamiento vertido en el sentido de elevar nuestras contiendas, nuestro sentido de lo político, nuestra participación en el todo social. Nuestro país ha tenido que remontar un sinfín de complejidades tratando de encontrar esas formas democráticas que le den rumbo y sentido a la vida pública. Por ello la cita propuesta, cobra mayor relevancia de cara a una practica que debería ser de altura, madurez y criterios sólidos e inquebrantables.

Por otro lado, están las formas, las maneras en que se pretende atraer el voto popular, no se conseguirá, mintiendo, denostando, agrediendo, difamando y rebajando nuestros principios y discursos. La arena política debería ser uno de los espacios donde el encuentro de ideas, planteamientos y valores se privilegien, ello nos permitiría sopesar en su justa dimensión quienes tiene la mejor propuesta. Ese debería ser uno principios básico seguidos y respetados por todos los contendientes, pero, parece ser que esta idea no es compartida y menos acatada por muchos de los actores políticos.

También debemos tomar en cuenta que, en la medida en que avancen las campañas, los tonos, los mensajes, las consignas se irán incrementando en diversa dirección. Esto en sí mismo es de tomar en cuenta, porque ahí vamos a evaluar y calibrar la percepción que tendrán las agrupaciones políticas de su actuación ante la cercanía de la votación. Ese es un elemento clave de lo que se viene comentando. Tampoco hay que ser ingenuos, lo que se juega es mucho, no sólo es hacerse del poder estatal, sino lo que hay en torno a él. Por ello, es extremadamente apetecible, codiciado y anhelado.

Estas serían algunas de las consideraciones que se pueden plantear en esta coyuntura de cara a la contienda electoral, lo que deseamos como ciudadanía, como gente de a píe de las agrupaciones políticas. Ya no queremos ver que lo político tenga un uso faccioso, inescrupuloso, desaseado. En muchos sentidos, es altamente ofensivo y denigratoria para la población en su conjunto. Ver como una camarilla de sujetos hacen y deshacen del país lo que me mejor les apetece.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.

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