Querétaro
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¡Hasta que la dignidad se haga costumbre!, el grito en la UAQ

Imagen: “Facultades Unidas UAQ”.
  • El movimiento estudiantil, liderado por mujeres, en contra del acoso y la violencia de género, es el más importante en décadas.

  • A una semana de la toma de planteles, el paro ha exhibido a autoridades universitarias rebasadas y a una comunidad harta.

Iván Aldama Garnica

Querétaro, Qro.– Como no ocurría desde los años ochenta, cuando estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) impulsaron un paro para solidarizarse con sus pares de la Escuela Normal del Estado de Querétaro, que sufrieron represión del gobierno de Rafael Camacho Guzmán (PRI), la que es considerada la máxima casa de estudios en la entidad vuelve a experimentar un extenso movimiento de lucha.

Ahora, aunque ha sido visible la participación de varones, son mujeres las que encabezan la exigencia, en este caso contra el acoso y la violencia de género en la institución educativa.

Tras haber tomado instalaciones desde el 29 de septiembre, convocaron a un paro general y virtual de actividades que fue esparciéndose a facultades, planteles y campus de la UAQ, donde concurren 25 mil 567 estudiantes.

Lo que detonó la movilización estudiantil fue la difusión del caso en el que el denunciado de haber acosado a una estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), señalado incluso de portar un arma al interior de las instalaciones, solo había sido cambiado de turno.

“Hicimos una solicitud a Uavig (Unidad de Atención a la Violencia de Género), para que nos informaran si había alguna restricción adicional, porque la única solicitud que se le hizo a la facultad fue que se cambiara de turno, Uavig respondió que por cuestiones de privacidad no nos podían dar ninguna información, entonces tuvimos que optar por ponerle escolta a la estudiante, lo cual me parece gravísimo”, fue parte de lo que expuso la directora de la FCPyS, Marcela Ávila-Eggleton, en sesión del Consejo Universitario, la máxima autoridad de la institución.

Sin embargo, son muchos otros casos de acoso y violencia, los que han impulsado a las mujeres universitarias de la UAQ a participar o a simpatizar con el paro, así como a manifestar su rabia, por medio de pintas o pancartas en las que señalan los nombres de sus agresores y cuestionan el actuar de las autoridades.

A la directora de la Facultad de Ciencias Políticas, Marcela Ávila, también le cuestionaron su actuación en otros casos, incluso de haber protegido a los agresores.

Si bien ha habido avances para enfrentar la problemática al interior de la UAQ, entre otros la creación de la Uavig en 2018, durante el primer año de su administración, la rectora Margarita Teresa de Jesús García Gasca reconoce que la cantidad de casos de los que conocen terminan por abrumarles.

“Estamos sobrepasados porque tampoco hay suficientes instancias de soporte, fuera de la universidad, pero estamos trabajando en ello, decidimos a partir del 2018 abrir el problema, exponer el problema y reconocerlo, creo que el reconocimiento es el primer paso, pero claro que no nos quedamos en el reconocimiento, reconocerlo es el primer paso para entonces echar a andar dispositivos: cultura de paz, el nuevo protocolo de solidaridad, estamos trabajando para tener dispositivos y estrategias de contención, de erradicación, de atención, de sanción, vaya, de prevención, en todos los sentidos”.

Para el estudiantado en paro, las estrategias de la Uavig “son revictimizantes, ineficientes y entorpecedoras”.

“Sus procesos, lejos de llevar a una pronta resolución, obstaculizan la transparencia y escarificación de los avances”, señalaron el 06 de octubre, cuando cumplieron una semana en paro.

La rectora Margarita Teresa de Jesús García Gasca considera que han tenido problemas de comunicación con la comunidad universitaria para transmitirle lo que están haciendo para combatir el fenómeno de la violencia de género al interior de la institución y sobre todo cómo han atendido, acompañado y resuelto casos.

García Gasca, la segunda rectora en la historia de la UAQ, ha aclarado una y otra vez que no pueden actuar como quisieran cuando hay denuncias anónimas o cuando los casos no se llevan en un procedimiento formal.

La demanda por darle importancia a las denuncias anónimas o las que son expuestas en tendederos u otros foros, había sido expuesta en una sesión de Consejo Universitario de noviembre de 2019.

“Siempre les dijimos que la UAVIG ni servía para nada desde el momento en que no tiene facultad para sancionar (no dudo que haya personal realmente comprometido con la causa, pero los mismos mecanismos universitarios limitan los alcances que puedan tener, y hace unos dos años nos tocó toparnos con algunas personas dentro de esta unidad súper insensibles, ojalá eso ya haya cambiado”, escribió Nadia Bernal, estudiante que llevó la preocupación de su comunidad a aquella sesión de Consejo Universitario.

Por lo pronto, las autoridades universitarias, encabezadas por la rectora, esperan que el movimiento derive en nuevos mecanismos de comunicación y de acción para atender las demandas estudiantiles y para evitar que haya una percepción de que no actúan en los casos o que encubren a los que ejercen violencia en la UAQ.

ALISTAN PLIEGO DE PETICIONES

Desde el 30 de septiembre, desde la cuenta “Facultades Unidas UAQ”, difundieron que en una reunión con la rectora, Margarita Teresa de Jesús García Gasca, había sido decretada la emisión de un pliego petitorio.

“El paro no se levantará hasta que se firme dicho pliego petitorio, y que la rectora emita un mensaje público donde se comprometa a cumplir con las exigencias de todxs lxs estudiantes representadas de las diversas facultades y campi”.

Sin embargo, la entrega del pliego ha ido prolongándose porque la parte estudiantil reiteró que el proceso de redacción lleva tiempo y rigor, además de que han ido recogiendo las exigencias de todas las facultades representadas en una asamblea.

Inclusive informaron que estaban en charlas con “asesoría experta en materia de perspectiva de género y legislación para hacer las ediciones pertinentes al documento”.

El 06 de octubre también denunciaron haber sido víctimas de hostigamiento y amenazas por parte de lo que denominaron como “grupos de choque”, de personal docente y administrativo.

Además denunciaron la detención “injustificada de una estudiante de la Facultad de Lenguas y Letras a manos de elementos policiacos”.

Las estudiantes en paro también han cuestionado el manejo de la información en medios de comunicación, donde se han criticado las pintas a través de las que manifiestan su hartazgo.

Aunque desde la tarde del 29 iniciaron las acciones de protesta, incluso hubo una manifestación afuera de la Unidad de Atención a la Violencia de Género (Uavig), en la edición nocturna del noticiario de la UAQ, Presencia Universitaria, no fue difundido el tema.

Hasta la emisión del día siguiente fue abordado el paro, en la que uno de los conductores, Marco Antonio Lara, entrevistó a la rectora, Margarita Teresa de Jesús García Gasca.

Las estudiantes mujeres han agradecido el apoyo de la sociedad de Querétaro en su lucha en contra de la violencia de género.

El paro ha recibido el respaldo de feministas como Carmen Consolación González Loyola, Blanca Gutiérrez Grageda o Marlene Martin Rico, mientras que otras feministas, entre ellas Maricruz Ocampo Guerrero, han manifestado su abierto apoyo a la rectora de la UAQ, Margarita Teresa de Jesús García Gasca.

En su caso, Ocampo Guerrero ha insinuado que “es un puñado” el que había iniciado el movimiento que aún tiene en paro a la institución.

Ahora está previsto que mañana una representación de estudiantes haga entrega de un pliego petitorio a las autoridades universitarias.

En rueda de prensa, esta tarde, la rectora dijo que una vez recibidas las peticiones, trabajarán en darles respuesta para llegar a acuerdos.