La presidenta señaló al empresario Claudio X. González Guajardo como “el jefe del Prian” y le atribuyó que comanda una campaña para señalarla de “autoritaria”.

Iván Aldama Garnica
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se refirió al empresario Claudio X. González Guajardo, como un “junior tóxico”, “un hijo de papi”.
“Es un junior, pues, porque es hijo de papi, además porque el papá hizo, levantó una empresa, estuvo su papá ahí en la reunión en Palacio Nacional, inclusive salió contento de la reunión, dijo que veía mucha prosperidad para nuestro país”.
En su conferencia mañanera, Sheinbaum Pardo exhibió un mensaje del empresario opositor a su gobierno, en el que cuestionaba una reforma a la Constitución que reafirma que no procede el amparo, acciones constitucionales o controversias, contra las reformas constitucionales.
“Que cierta (sic) era eso de ‘un peligro para México’. A menos de un mes de tomar posesión, la administración de @Claudiashein ha quedado marcada como autoritaria, inepta e insensata. Está destruyendo democracia, libertad, derechos, instituciones y confianza a una velocidad récord”.
Sin embargo, Claudia Sheinbaum explicó que lo que ya estaba en la Ley, los legisladores consideraron llevarlo también a la Constitución.
Sobre este mismo asunto, el diputado Ricardo Monreal Ávila explicó por qué habían decidido reafirmar la supremacía del Poder Reformador, el cual se conforma por un porcentaje de votos de senadores, diputados y también de legislaturas del país.
“No puede ser posible que una persona designada, un juez, que rebasando y extralimitando su función, pretenda anular lo que el órgano reformador, compuesto por 500 diputados, 128 senadores y las legislaturas locales, lo ponga en duda o lo anule”.
Y es que tras la reforma al Poder Judicial, algunos jueces ordenaron frenar los procedimientos, como la elección de personas juzgadoras, y otras disposiciones como la reducción de remuneraciones o la extinción de fideicomisos.
Incluso una jueza ordenó a la presidenta de México eliminar la publicación de la reforma judicial.
Pero con la nueva reforma de “supremacía constitucional”, aprobada por Morena y sus aliados, se reafirma que esos recursos legales no proceden.
En México, el sistema de gobierno considera un porcentaje de votos de senadores, diputados y congresos locales para realizar reformas constitucionales, como ocurrió de manera reciente con la reforma al Poder Judicial.
Esa mayoría, de acuerdo con el sistema democrático del país, es posible con la votación que se obtiene en los procesos electorales y que el pasado 02 de junio le refrendaron el triunfo a Morena y a sus aliados.
En su conferencia de este viernes, la presidenta señaló al empresario Claudio X. González Guajardo como “el jefe del Prian” y le atribuyó que comanda una campaña para señalarla de “autoritaria”, a raíz de la aprobación de esa reforma por el bloque de senadores de Morena, PT y Partido Verde.
“Yo diría que es un junior tóxico”, expresó.
Al mostrar una fotografía de Claudio X. González con los dirigentes del PRI, PAN y PRD, cuando la entonces alianza “Va por México”, la presidenta cuestionó los resultados de esa unión.
“Vean los resultados de esa reunión, o sea, él comanda al Prian, ahora quiere comandar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero no se los recomiendo, miren el resultado que tuvo el Prian en la elección del dos de junio”.
En México, si no hubiera habido un respaldo a los partidos aliados de la “Cuarta Transformación”, no sería posible realizar las reformas constitucionales que se han planteado y que fueron presentadas desde febrero.
Sin embargo, el resultado electoral ocurrió después de que Morena planteara el “Plan C” que implicaba obtener los triunfos en las elecciones para hacer posibles estos cambios, que hizo propios la ahora presidenta de México.
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