- El profesor le triplicaba la edad, tenía una relación de poder sobre la menor de 15 años, pero en Querétaro las instituciones optaron por culparla a ella, por lo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos intervino ante la falta de actuación del propio organismo defensor de Derechos Humanos estatal.
- “Este caso es un botón de muestra de lo que está pasando en el estado de Querétaro, total carencia de respeto a las víctimas, cuando son niñas o son mujeres, total carencia de perspectiva de género en el tratamiento penal de las víctimas”, expresó el Consejero Nacional, Bernardo Romero.
Iván Aldama Garnica
Querétaro, Qro.- Para el expresidente del organismo público defensor de derechos humanos de Querétaro, Bernardo Romero Vázquez, las instituciones que debían atender y sancionar actos de índole sexual contra una adolescente que estudiaba en una institución pública, operaron para encubrir al agresor y culpar a la víctima.
Los actos señalados por la víctima ocurrieron desde 2017 y aún no ha obtenido justicia, además de que la han causado una afectación mental y emocional, apuntó Romero Vázquez, quien ha dado acompañamiento al caso.
El también integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), puntualizó que a pesar de que el docente señalado tiene casi 50 de años de edad, es decir que le triplicaba la edad a la víctima y mantenía una relación de abuso de poder al presionarla y chantajearla con las calificaciones, en la escuela secundaria pública minimizaron el hecho e intentaron encubrirlo.
“El director y otros profesores saben del abuso sexual y lo encubren”.
La autoridad educativa, la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (Usebeq), realizó un procedimiento deficiente y no expulsaron al docente, sino que solo lo amonestaron públicamente y lo suspendieron temporalmente, señaló Romero.
En tanto, en la Fiscalía de Querétaro, que encabeza Alejandro Echeverría Cornejo, resolvieron que “no había delito que perseguir”, pues consideraron que había existido consentimiento de la denunciante y porque no había evidencia de la violación.
Romero Vázquez explicó: “No puede haber consentimiento porque una chava de 15 años no puede consentir y no hay evidencia, porque pues son actos que les llaman ‘de realización oculta’”.
El consejero de la CNDH lamentó que las instituciones públicas que conocieron el caso operaron para encubrir al docente señalado.
“El director, los profesores que sabían del caso y otros profesores que hacen lo mismo, por lo mismo son sus cómplices; Usebeq que no hizo nada; la Fiscalía que protegió al tipo, que se resistió a seguir el delito dos veces, dos veces declaró que no había delito que perseguir y que archiva, tuvimos que meter amparos”.
Personal de la Defensoría de los Derechos Humanos, en aquel momento encabezada por Roxana de Jesús Ávalos Vázquez, tampoco intervino contundentemente para proteger a la víctima y pugnar para que se le hiciera justicia, además de no actuar contras las personas servidoras públicas de la Usebeq y la Fiscalía, agregó Bernardo Romero.
“La Defensoría encuentra que no hay responsabilidad de la Fiscalía y de la Usebeq, lo único que recomienda es que pues hay una irregularidad en términos la difusión del protocolo para atención de violencia de género en las escuelas”.
Romero Vázquez dijo que con apoyo de abogadas impugnaron las resoluciones de la Defensoría y lograron que el caso fuera atraído por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
“Todo el sistema se volcó para proteger al agresor y para culpar a la víctima”.
Y es que, añadió, la estudiante, menor de edad, fue señalada de consentir los actos y revictimizada hasta por personal femenino que la atendieron en dichas instituciones públicas: médicas, fiscalas, abogadas, visitadoras.
“Dijeron que ‘no hay rastros de evidencia de violencia sexual’, ¡hay una cicatriz en la zona genital!, ¿por qué no investigaron?, ¡el tipo con una navaja la hirió!”, exclamó indignado Bernardo Romero Vázquez.
El consejero de la CNDH dijo que existen señalamientos de otras estudiantes hacia el profesor, pero desconoce si también lo denunciaron de manera formal.
“Hay quejas de otras estudiantes de que les hizo lo mismo, ese es un patrón de abuso de este tipo y de sus cómplices”.
Sin embargo, en el caso de la adolescente que sí lo denunció no ha habido justicia aún.
“Este caso es un botón de muestra de lo que está pasando en el estado de Querétaro, total carencia de respeto a las víctimas, cuando son niñas o son mujeres, total carencia de perspectiva de género en el tratamiento penal de las víctimas”.
“¿Cuántas mujeres están en lo mismo y no tienen quién las apoye?”, agregó Romero.
Como integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Romero insistió en que reabrieran el expediente.
Ahora el caso ha derivado en la recomendación número 241/2022, de la CNDH, dirigida a los titulares de la Usebeq y de la Fiscalía de Querétaro.
Con personal del Programa de Derechos Humanos de la UAQ apoyaron a la estudiante y le han brindado acompañamiento:
“El trabajo fue gracias a ellos que han estado al pendiente del caso”, señaló.
Romero Vázquez, quien forma parte del Consejo Consultivo de ese organismo nacional, espera que las autoridades tomen en serio la recomendación e impongan las sanciones contra los servidores públicos que intervenieron, así como establecer mecanismos para proteger a mujeres y niñas en la entidad.
En tanto, el procedimiento penal contra el docente señalado está pendiente de resolución, dijo.
El estado de Querétaro ocupa el primer lugar nacional por su tasa de delitos de violencia de género en todas sus modalidades, distinta a la violencia familiar, según los datos más recientes que difunde el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
De igual manera, la entidad gobernada por el panista Mauricio Kuri González, es ubicada en el cuarto lugar nacional por su tasa de llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de acoso u hostigamiento sexual, refiere el SESNSP.
En su informe de noviembre de 2022, el Secretariado situó a Querétaro en el sexto lugar nacional por su tasa de delitos de violación; lesiones dolosas contra mujeres, así como por su tasa de mujeres víctimas del delito de secuestro.
Incluso en octubre de 2022 las alumnas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se fueron a paro, hartas del acoso sexual y abusos, así como de la falta de actuación de las autoridades encabezadas por la rectora Margarita Teresa de Jesús García Gasca.
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