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“Muerto por salvar un amigo”, el caso impune en Querétaro

Marco Antonio Hernández Galván.
  • El escritor Julio Figueroa, quien ha exigido justicia en el caso, recordó el crimen de Marco Antonio Hernández Galván, ocurrido hace 18 años.

  • El entonces procurador de justicia era Juan Martín Granados Torres, actual asesor del gobernador en políticas públicas vinculadas a las instancias de seguridad y justicia.

Redacción

Este 27 de noviembre, recuerdan el caso de Marco Antonio Hernández Galván, “Kikín”.

El escritor Julio Figueroa, quien ha exigido justicia en el caso, hace un relato y una reflexión sobre el hecho ocurrido hace 18 años.

“Crimen sin castigo. Asesinato sin criminal. Pero sí hay responsables de la impunidad. Las autoridades políticas del gobierno y de la procuración de justicia. Eran tiempos del PAN como ahora. Aquí en Querétaro”.

El entonces procurador de justicia de Querétaro era Juan Martín Granados Torres, actual asesor del gobernador, Mauricio Kuri González, en políticas públicas vinculadas a las instancias de seguridad y justicia.

A continuación el texto íntegro del escritor Julio Figueroa:

Muerto por salvar a un amigo.


Sucedió la madrugada del sábado 27 de noviembre de 2004. Tras un incidente insignificante de tránsito entre cuatro amigos de un Tsuru y el conductor de una camioneta BMW X5 color negra. La autopsia confirmó que Marco Antonio no tenía ni una gota de alcohol ni de otra substancia tóxica en la sangre. Era un buen deportista y un buen muchacho. Futbolista, portero. Sus equipos favoritos eran Pumas y Real Madrid. Soñaba con jugar en la primera división. Tenía novia y era querido por sus compañeros del Colegio Liceo. Un chico lleno de enjundia, dicen.


18 años de vida y 18 años de muerto. Fue enterrado en el panteón municipal del estado y exhumado a los seis años. Flota su nombre en la conciencia colectiva. Marco Antonio Hernández Galván, el Kikín queretano, asesinado a mansalva por el conductor de una BMW negra. Hay testigos.

El crimen quedó impune, silenciado y enterrado. Por las propias autoridades de la procuración de justicia. Hicieron mal todo desde el primer momento. Se preocuparon más por proteger y exonerar al presunto culpable, que por investigar y esclarecer los hechos. ¿Por simple negligencia o colusión de poderes, político y económico?


Así lo afirmó la Recomendación 035/2005 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, emitida el 31 de octubre de 2005, en base a la averiguación previa I/929/2004:


“…en el trámite de la misma se han cometido diversas irregularidades por parte del Procurador General de Justicia; el Director de Averiguaciones Previas y el agente del Ministerio Público Investigador, del estado de Querétaro, ya que están protegiendo al probable responsable de los hechos”.


“Además, se observó que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de Querétaro que tomaron conocimiento directo de los hechos antes referidos y que participaron en la persecución y detención de los conductores de la camioneta BMW X5 color negra, actuaron indebidamente, al no poner en disposición del representante social al conductor del referido vehículo, ni asegurarlo, así como por no haber rendido un parte informativo directamente a la autoridad ministerial encargada de la investigación, a pesar de que tenía conocimiento que una persona fue lesionada por disparo de arma de fuego. Aunado a lo anterior, el comandante de la Dirección de la Policía del Estado de Querétaro, dependiente de esa Secretaría, actuó irregularmente, pues a pesar de que también tuvo conocimiento de los hechos ocurridos no procedió a ponerlos a disposición del agente del Ministerio Público competente…”


“Por otra parte, se advirtió que los agentes del Ministerio Público encargados del trámite de la averiguación previa I/929/2004 incurrieron en un ejercicio indebido del cargo, ya que no actuaron con imparcialidad y eficiencia en el servicio público que tienen encomendado, incumpliendo así con la función pública en la procuración de justicia, lo que propicia que el delito de homicidio cometido en agravio del joven Marco Antonio Hernández Galván y de lesiones en agravio de Miguel Gerardo Rivera Alcántar no puedan esclarecerse y exista impunidad del probable responsable, el cual, incluso pudiera evadirse de la acción de la justicia”.


Como efectivamente sucedió. Crimen sin castigo. Asesinato sin criminal. Pero sí hay responsables de la impunidad. Las autoridades políticas del gobierno y de la procuración de justicia. Eran tiempos del PAN como ahora. Aquí en Querétaro.


Francisco Garrido Patrón, gobernador (2003-2009); Alfredo Botello Montes, secretario de gobierno; Juan Martín Granados Torres, procurador general de justicia; Édgar Mohar Kuri, secretario de seguridad ciudadana; Fernando Oropeza Martínez, comandante de la dirección de policía estatal, adscrito a la secretaría de seguridad ciudadana; Pastor López Cabrera, director de averiguaciones previas; y José Vicente Pérez Hierro, agente coordinador en la investigación de delitos contra la integridad personal.


La Recomendación de la CNDH, por desgracia, no tuvo mayores consecuencias en la impartición de justicia del estado. Aceptada a medias y “con cumplimiento insatisfactorio” (4-VI-2008). Pero sí impactó en la conciencia social ciudadana. Desnudando el amasiato entre el poder económico y político. Si el presunto culpable hubiera sido un pelele… El panismo de ayer como hoy. Como en Qatar 2022, se apoyan la diversidad y los derechos humanos fuera de casa, pero no puertas adentro.


No conocí en vida a Marco Antonio Hernández Galván. Conocí y platiqué con sus padres dos años después del triste suceso. Les partió la vida. Deseo que estén bien, en lo posible. Miguel Gerardo Rivera Alcántar rehízo su vida, qué bueno. No conocí a los otros dos chicos. Sí conocí y conversé con Federico Ruiz Lomelí, me demandó, junto a otras personas, por daño moral. La Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en su contra. El derecho de expresión, información y crítica quedó por encima del derecho del honor personal.


¿Quién mató a Marco Antonio Hernández Galván? El conductor de una camioneta BMW negra. Un policía que participó en la detención del sospechoso, declaró: “el conductor andaba tomado”. Ebrio, se resistió a las autoridades y se dio a la fuga. Finalmente lo detuvieron y lo dejaron ir, sin presentarlo en el ministerio público. Esta es nuestra justicia.


Medalla negra para los funcionarios involucrados en el caso, clavada en la pared social de la ciudadanía. ¿Una pandilla familiar del sistema? ¿Ningún arresto? ¿Ningún responsable? ¿Por defender a un amigo del sistema? ¿Para que aprendan, y no se metan con la clase bonita?


–Es difícil distinguir dónde acaba el ser humano y dónde empieza la bestia.


–El homo sapiens es también homo demens.


–El bien y el mal anidan en cada uno de nosotros, desde los tiempos prehistóricos hasta nuestra edad luz. Bien dijo el poeta: “Luchar contra el mal es luchar contra nosotros mismos”.


–No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. ¿Cómo amarnos y cuidarnos unos a otros? Vivan y produzcan frutos verdaderos. Evangelio según San Juan: 15; 13-17 (versión libre).


–Función de la palabra. Levantar acta. Dar testimonio. Aunque sea inútil.


Con la mirada crítica y fraterna, un ciudadano democrático y falible.
Julio Figueroa.
[email protected] / Fb / @JulioRolling
Qro. Qro., Col. Presidentes, domingo 27 de noviembre 2022.

2 Responses

  1. GRACIAS por compartir y recordar.
    Memoria y conciencia.
    Levantar acta. Dar testimonio y fe de vida. Aunque sea inútil.
    Q, Presidentes, martes 29-XI-2022.

  2. Sí es muy recordado ese asesinato vinculado a la familia Ruiz al menos yo lo recuerdo en la avenida pasteur a la altura de la Gómez Morín los chicos en el Tsuru y los guardaespaldas de los Ruiz y chico asesinado y traumados alguno de ellos se trató con un psicólogo reconocido y habiendo sido amenazado, tuvo que abandonar el estado.

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