“Su actual fisonomía y actuar lo hacen irreconocible frente a sus propios principios y valores éticos. El PAN que nos convocó ya no existe, es sólo un recuerdo, una entelequia”, lamenta en su misiva entregada en el partido.
En un debate, Corral espetó a Ricardo Anaya que “se le han hinchado las manos de aplaudirle a Peña Nieto”. Ahora en su carta de renuncia agregó que es “una vergüenza infinita terminar fundidos con el PRI más corrupto de la historia”.
Iván Aldama Garnica
Javier Corral Jurado compartió una misiva con la que formalizó su renuncia al Partido Acción Nacional (PAN).
Al asumirse descendiente de los llamados “Bárbaros del Norte” y de la resistencia civil contra el fraude electoral, Corral Jurado manifestó:
“Siento orgullo de haber militado 41 años en el que durante mucho tiempo fue el mejor partido político de México, destacado por sus aportes a la democracia en el país, por las grandes gestas patrióticas que impulsó desde diversas trincheras, por las almas que movió en su brega”.
Sin embargo, quien fue diputado federal, senador y gobernador del estado de Chihuahua, lamentó que la actual fisonomía y actuar del partido “lo hacen irreconocible frente a sus propios principios y valores éticos”.
“El PAN que nos convocó ya no existe, es sólo un recuerdo, una entelequia”, soltó.
Esa fue la razón, según Corral, para apartarse de las filas de Acción Nacional.
Pero en su misiva desarrolló lo que a su parecer, está ocurriendo en ese histórico partido político.
El exgobernador considera que “está perdida” la batalla para reconstituir ética y moralmente al PAN.
“La evolución es cada vez hacia lo peor; se han enquistado la simulación, la mentira y la hipocresía”.
En la carta dirigida al jefe nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, Corral expone: “Nunca en la historia de esta institución –fundada por el chihuahuense Manuel Gómez Morín– y que tuvo como líderes a varias de las mentes más brillantes de México, habíamos tenido dirigentes tan mediocres y cínicos como los de ahora”.
“Hoy el espíritu crítico y la acción deliberativa están expulsadas, se ignoran y prevalece el verticalismo y la cerrazón”, añade el expanista.
Corral, que aspiró a la dirigencia nacional del PAN, exhibió en un debate a su contendiente Ricardo Anaya Cortés:
“Se le han hinchado las manos de aplaudirle a Peña Nieto”, al aludir el momento en que el queretano fue presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cuando fueron aprobadas reformas estructurales que impulsó el gobierno del priista.
Como gobernador de Chihuahua, Corral fue un opositor al gobierno de Peña Nieto y denunció una trama de desvío de recursos que involucraba a priistas, entre ellos a su antecesor César Duarte Jáquez y a quien fue secretario general adjunto del PRI, la llamada “Operación Safiro”.
De la alianza del PAN con el PRI, Javier Corral Jurado señala: “es además una vergüenza infinita terminar fundidos con el PRI más corrupto de la historia; ninguna razón política; ni lealtad institucional, puede hacer compatible con la integridad personal, apoyar esa alianza que la única utilidad práctica que tendrá será reinstalar en el Congreso a varios de los personajes más cuestionables de ambos partidos”.
En los últimos párrafos de su carta, el chihuahuense advierte dos situaciones:
Que un grupo de empresarios manipulan al partido e impulsan su agenda y la defensa de sus intereses económicos, al saber “tripular la medianía y las debilidades éticas de los dirigentes partidistas”.
Y que se le ha vuelto a abrir la puerta a los sectores “más reaccionarios, atrasados, con posturas anti derechos”, siendo que la demanda natural de la sociedad es avanzar y tomar posiciones más liberales.
El político se despide con una frase de Manuel Gómez Morín, una de las personas que fundó el partido:
“Que la decepción no paralice, sino instigue” y agrega: “para seguir buscando, por otras rutas y siempre de la mano del pueblo de México, el bien común que no es la suma de intereses particulares, sino la amalgama de todos”.
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