“Ya pasó, ya pasó, la reforma ya pasó”; “Ya pasó, ya pasó, la reforma ya pasó”, celebraban senadoras y senadores de la mayoría.
Iván Aldama Garnica
Con 86 votos, entre ellos el de un senador del PAN, el bloque de Morena, Partido del Trabajo y del Partido Verde Ecologista de México en el Senado aprobó la reforma al Poder Judicial de la Federación.
“Hay mayoría calificada, en consecuencia queda aprobado en lo general y en todo lo no reservado, el proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Reforma al Poder Judicial”, dijo el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña.
“Ya pasó, ya pasó, la reforma ya pasó”; “Ya pasó, ya pasó, la reforma ya pasó”, celebraban senadoras y senadores de la mayoría.
Fernández Noroña felicitó a la asamblea por haber logrado la aprobación de esta reforma propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En contra votaron 41 senadoras y senadores: 21 del PAN, 15 del PRI, 4 de Movimiento Ciudadano, así como el senador Manlio Fabio Beltrones, que no tiene grupo parlamentario.
Senadoras y senadores de Movimiento Ciudadano pedían suspender la votación porque argumentaban que uno de sus compañeros, Daniel Barrera Pavón, de Campeche, no estaba presente.
No hubo ninguna abstención.
En representación del estado de Querétaro, votaron en contra María Guadalupe Murguía Gutiérrez y Agustín Dorantes Lámbarri, de Acción Nacional, y a favor, Beatriz Silvia Robles Gutiérrez de Morena.
El senador del Grupo Parlamentario del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, de Veracruz, fue el que dio el voto que se requería para la mayoría calificada y aprobar la reforma, aunque 7 días antes había anunciado su voto en contra.
“Sé que la reforma al Poder Judicial que se nos ha propuesto, no es la mejor, sé también que en las leyes secundarias tendremos la oportunidad de perfeccionarla y de instrumentarla, por eso, en la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia”, dijo antes de la votación.
El representante del estado de Veracruz expuso que no podía aceptar la imposición del sentido de su voto.
“Nunca había visto en el PAN un intento de imposición y de sojuzgamiento tan burdo, tan sinsentido como el de estos días. A base de amenazas y agresiones han querido olbigarme a que me pronuncie en contra de una reforma sin analizarla, sin discutirla, sin dialogarla, simplemente porque se decidió ir en contra de la mayoría”.
Yunes Márquez rechazó restringir su libertad por esas amenazas y expresó: “Ni México se va a destruir si se aprueba la reforma, ni la reforma va a cambiar en automático la realidad de un sistema de justicia que, a gritos, exige un cambio de fondo, la vida democrática no tiene por qué afectarse, no se limita ninguna de las libertades ni los derechos que la componen, el riesgo de una dictadura solo existe en quienes piensan en una dictadura”.
El senador panista recordó los cambios a la Constitución aprobados por el PRI y el PAN en 1994, a iniciativa del entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, para reformar al Poder Judicial.
En su intervención, el integrante del Grupo del PAN también expuso que la mayoría legislativa representa a la mayoría de la población y que, aunque él sea de oposición, no puede ser un “obstáculo”.
Y para argumentar su voto favor de la reforma al Poder Judicial de la Federación, planteó: deberíamos preguntarnos si es mejor que el presidente de la República siga nombrando libremente a los ministros y de manera indirecta a magistrados y jueces, o vamos a un nuevo modelo de elección popular en el que el nombramiento no esté vinculado directamente a una persona, sino a millones de ciudadanos con los que no existiría vínculo ni compromiso personal directo y verificable, como sí lo existe en el modelo actual”.
La sesión que había comenzado en el recinto oficial fue interrumpida, cuando manifestantes ingresaron al salón de plenos. Entre las personas manifestantes había trabajadoras y trabajadoras del Poder Judicial que exigían ser escuchadas.
Las y los senadores tuvieron que trasladarse a otro recinto, la antigua sede del Senado ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
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