Internacional
Internacional

Reportan detonaciones contra dos barcos de ayuda a Gaza, en menos de 24 horas

Atacan barco que lleva ayuda a Gaza
Organizaciones del convoy humanitario Global Sumud Flotilla afirman que dos de sus barcos fueron impactados por un artefacto lanzado desde drones en Túnez, donde se encontraba la flotilla que lleva delegados internacionales.
Las autoridades tunecinas insisten en que no hay pruebas de tales ataques, mientras los organizadores denuncian sabotaje deliberado y expresan firme voluntad de continuar la misión a Gaza.
Reportan detonaciones contra dos barcos de ayuda a Gaza, en menos de 24 horas
Una cámara registró el momento en que un proyectil cae sobre la cubierta de uno de los barcos de la flotilla de ayuda a Gaza.

Redacción

Los organizadores del Global Sumud Flotilla (GSF) divulgaron videos en redes y comunicados en los que aseguran que las embarcaciones denominadas Family Boat y Alma fueron alcanzadas el 9 y 10 de septiembre por lo que describen como “artefactos incendiarios” lanzados desde drones mientras estaban atracadas en el puerto de Sidi Bou Said, cerca de Túnez.

Testigos afirmaron ver vehículos aéreos no tripulados antes de los estallidos y presentaron lo que dijeron eran dispositivos quemados hallados en la cubierta.

Un video que circuló muestra un destello y llamas que rápidamente fueron controladas por brigadas de la propia flotilla y bomberos locales.

A pesar de que no se registraron heridos, se reportó mucha confusión y preocupación entre los miembros de la tripulación, que insisten en que han sido blanco de hostigamientos con drones que sobrevolaban sus unidades desde su salida de Barcelona; por lo que consideran estos hechos como un acto de intimidación deliberado para impedir que la ayuda parta hacia Gaza.

El Ministerio del Interior tunecino informó que no detectó actividad de drones en la zona y que las primeras indagaciones apuntan a que el fuego se originó por causas internas, como un chaleco salvavidas en llamas. Las autoridades anunciaron una investigación para aclarar lo ocurrido y pidieron cautela ante versiones preliminares.

Israel, por su parte, no ha emitido un pronunciamiento público inmediato atribuyéndose la responsabilidad ni confirmó haber llevado a cabo operaciones en aguas tunecinas.

La flotilla, que cuenta con delegados de 44 países —entre los que están Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau—, fue recibida en Túnez por cientos de personas, muchas ondeando banderas palestinas y reclamando por la crisis humanitaria que se intensifica en Gaza, donde se han documentado miles de muertes desde el inicio del conflicto.

El objetivo de la GFS es llevar alimentos y medicinas a Gaza, donde el bloqueo impuesto por Israel desde 2007 ha intensificado la crisis humanitaria al grado de que la ONU ha alertado sobre riesgo de hambruna.

Históricamente, el gobierno israelí ha defendido el bloqueo como una medida de seguridad para evitar el contrabando de armas hacia Hamas, y ha advertido que cualquier intento de romper el bloqueo puede suponer riesgos.

Cabe recordar que Israel ha interceptado otras misiones en aguas internacionales, como el asalto al Mavi Marmara en 2010 y otras intervenciones posteriores que han dejado precedentes de detenciones y debates jurídicos sobre la ley de la mar y el uso de la fuerza.

Este incidente en Túnez aumenta la sensibilidad diplomática y militar alrededor de estos viajes, pues obligará a las autoridades a coordinar con países involucrados —por la bandera del barco, la nacionalidad de tripulantes y las sensibilidades de estados que apoyan o rechazan las flotillas— para determinar responsabilidades y exigir explicaciones si se confirma un ataque externo. La investigación forense del artefacto hallado y la verificación de imágenes satelitales o registros radar serán piezas clave.

En paralelo, se espera que Italia despliegue apoyo consular a las embarcaciones y que más legisladores y activistas se sumen a la flotilla, lo que podría complicar la política internacional en torno a esta operación.

Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos, dijo que, si se confirma que hubo un ataque con dron, esto constituiría no solo un acto de violencia contra civiles, sino también una violación de la soberanía tunecina y del derecho internacional humanitario.

Otros observadores de organizaciones humanitarias y de derechos humanos han pedido una investigación rápida, independiente y transparente, que incluya peritajes sobre restos del artefacto, análisis de video forense y los testimonios de la tripulación.

La comunidad internacional sigue de cerca el caso, con atención en cómo responderán organismos como la ONU, la Unión Europea y ONG humanitarias si se confirman evidencias técnicas del uso de fuerza contra civiles.

Mientras tanto, la flotilla ha expresado su intención de proseguir con la misión pese a los ataques reportados y exigen protección.