Análisis Desde nuestra América
Análisis / Desde nuestra América

¿Qué hacer ante esta pobreza?

Ricardo Salinas Pliego Javier Milei Argentina
Javier Milei Ricardo Salinas Argentina
El pasado 04 de diciembre el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego difundió una fotografía de su reunión con el presidente de Argentina, Javier Milei.

Oscar Wingartz Plata*

Ahogada en su anorexia intelectual, la derecha se emborracha con sus elixires de individualismo en su batalla cultural, como si fuese eso “la libertad” para reducir el pensamiento al minimalismo mercantil tan peligroso como su “libertad de mercado”. Además de peligroso es monstruoso el modo y los medios de degradación intelectual de una burguesía que se derrumba en sus propios principios inhumanos y depredadores del planeta, además del palabrerío simplista orientado a mantener privilegios y desmovilizar resistencias. Muy peligroso retroceso civilizatorio, fábricas de baratijas simbólicas. Fernando Buen Abad Domínguez.

No es la primera vez que se reflexiona sobre estas realidades. Esta es una discusión de larga data, no sólo en los medios académicos, políticos y culturales. Es parte de la condición histórico-cultural que debería estar en la agenda de muchas personas por ser un asunto central del mundo contemporáneo. Pongámonos en contexto. Desde el siglo pasado, sobre todo, los intelectuales de izquierda se plantearon de manera sistemática analizar y criticar el discurso de la derecha a nivel mundial, fundamentalmente en su matriz eurocéntrica, es decir, Europa. Esto como parte de la lucha ideológica en el periodo de posguerra, con la llamada “Guerra Fría”. La batalla entablada entre los bandos que se consideraron “los ganadores” del conflicto armado en la Segunda Guerra Mundial.

Esos dos grandes bloques, se enfrentaron en una lucha sorda, pero no por ello menos cruenta, abarcó al planeta en su conjunto, con mayor o menor agudeza según gravedad del conflicto en cuestión. Sólo por mencionar algunos: La separación abrupta de las Alemanias con la construcción del Muro de Berlín, la polarización de Europa en dos grandes organismos político-militares: la OTAN y el Pacto de Varsovia. Así como las luchas de Liberación Nacional en el Tercer Mundo, que incluían una batalla ideológica severa, donde la confrontación alcanzó tonos realmente explosivos, es decir, pasar de las palabras, los discursos; a las acciones bélicas abiertas o encubiertas, una de ellas en la América Latina fue la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua contra la dictadura militar somocista de total alineamiento con el gobierno norteamericano. Estamos hablando de la década de los ochentas y la aparición del neoliberalismo como doctrina predominante.

Este periodo de la historia global tuvo y ha tenido repercusiones muy complejas por los saldos y las consecuencias que ha dejado, sobre todo, en los países no desarrollados o de desarrollo medio. Como toda política de este calibre necesitaba un sustento ideológico que le diera soporte a “sus premisas”, y de ahí a su implementación. Ello implicaba “una renovación en el pensamiento”, como el afirmar que la doctrina económica liberal era la punta de lanza de un nuevo orden mundial. Se entrecomilló “renovación”, porque en términos estrictos no había tal. Era sólo la refuncionalización de la llamada economía clásica, a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, su “fundamento último” fue la privatización de todo. La plena economía de mercado como “eje transformador de las relaciones sociales”. Ante estos planteamientos, las relaciones sociales se vieron profundamente afectadas y de manera frontalmente, porque el polo más débil iba a cargar con todo el peso de esa supuesta transformación. Concomitantemente, el patrón de acumulación se fue cerrando y los realmente beneficiados, fueron las grandes corporaciones internacionales, aunados con sus socios locales, las oligarquías nativas. Estando así este asunto, se fue desarrollando “un cuerpo de ideas” que permitiera visualizar su propio apuntalamiento en el llamado sector conservador o de derechas. Dio como resultado un conjunto de expresiones y conductas que son las que se están poniendo en juego a nivel mundial.

En este punto, el Dr. Fernando Buen, el autor de nuestro epígrafe plantea una idea relevante de cara a lo que se viene exponiendo, está contenida en su artículo que lo tituló acertadamente como: “La anorexia intelectual de la derecha”. Sin exageraciones ni estridencias se debe decir que estamos en esos tonos, ante una falta total de ideas que nos lleven en una dirección realmente paúperrima. Hace unos años planteé una idea muy cercana a la del Dr. Buen Abad, yo la refería como: “El pensamiento está de luto”. Está de luto, porque parecería que no hay más que pensar, discutir y criticar. “Todo está bajo control”. Desde esa óptica, se ha discutido sobre la frivolidad del pensamiento en sentido amplio, de forma más aguda, en la derecha ideológica y política que se vació totalmente. Un ejemplo elocuente de esto fueron las campañas electorales en periodo pasado, caso concreto, la abanderada de ese miasma de partidos, Xóchitl Gálvez, con trayectorias, contenidos y líneas programáticas divergentes en extremo, es decir, PAN-PRI-PRD. ¿El resultado? Un derrota lapidaria, contundente e implacable, de la cual no se han recobrado; ¿cuánto tiempo les va a llevar salir de eso? Mucho. Por una razón que no han querido asumir, el tiempo histórico los ha rebasado de forma impresionante.

Así como este ejemplo se pueden proponer otros más, pero lo central es ¿cuál es “la lógica” que los mueve, que los hace a sentir que van en la dirección correcta? La derecha global está atrapada, empantanada en una serie de concepciones que los sujeta estructuralmente a visiones y prácticas que los aíslan de un mundo y una sociedad que está pidiendo, exigiendo un giro radical en las relaciones sociales. Un ejemplo elocuentísimo de esto es Javier Milei en la Argentina, rondan en su cabeza una serie de ideas, imágenes y prácticas realmente desproporcionadas, como el uso de un lenguaje despectivo, despreciativo y soez, pretendiendo mostrarse como un verdadero “iluminado”, empezando por atacar brutalmente a la izquierda política o a todos aquellos que no piensan como él al decirles: “zurdos de mierda”.

En esta perspectiva, el asunto sí está complicado, porque vienen una serie de planteamientos que nos deben hacer pensar en el futuro inmediato: ¿cómo se puede dialogar con una derecha que previamente está a la defensiva y atrincherada en sus propias concepciones?, ¿cómo poner sobre la mesa la posibilidad de hacer ver una realidad que vaya más allá de lo que creen?, ¿cómo articular un discurso que sea acorde con los tiempos que estamos viviendo?, ¿donde la derecha los haga suyos, no por imposición, si no como una necesidad histórica? Aquí está una parte de los cuestionamientos por resolver.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.