En Pocas Palabras
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Pymes & COVID-19

Foto: Centro de Comercio Internacional.

Teresa E. Hernández-Bolaños

La Asamblea General de la ONU, reconociendo la importancia de las llamadas Pymes (micro, pequeñas y medianas empresa), declaró el día 27 de junio como el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, para destacar su relevancia para alcanzar los objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), en sus puntos 8 y 9. Este año esta fecha debiera volverse relevante, en tanto que en plena crisis sanitaria y estancamiento económico, el sector empresarial más golpeado ha sido el de las pymes, así como el sector informal, quienes paradójicamente sostienen un alto porcentaje de las economías nacionales en el mundo[1], generan empleo y son responsables de la mitad del PIB mundial.

Estamos ante un panorama incierto, sin conocer el impacto final que la COVID-19 tendrá en las economías. Los primeros balances no son alentadores. Las proyecciones del impacto económico previstas por La Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (UNDESA), respecto al PIB mundial varía entre -1 y -8.8%, en el escenario menos optimista, una reducción del crecimiento mundial del  -4.2 %, lo que representa una diferencia de 7 puntos porcentuales en comparación con las proyecciones publicadas antes de la pandemia. (https://www.unido.org/stories/coronavirus-economic-impact). El crecimiento del PIB post-pandemia para América Latina y el Caribe, se prevé sea de -7.0%

Fuente: elaboración de la ONUDI basada en el FMI. Tomada de: https://www.unido.org/stories/coronavirus-economic-impact

La OMC, FMI, ONU y OIT, tienen claro el papel que jugarán las Pymes ante este escenario, saben que es apremiante establecer programas, financiamientos y apoyos a este sector empresarial. Los países de economías emergentes como el nuestro, deberán focalizar sus esfuerzos a las pymes, éstas generan la mayoría de los empleos formales, 7 de cada 10. La OIT ha desarrollado un Programa de Desarrollo de Pequeñas Empresas (SEED) que tiene como objetivo liberar el potencial de la pequeña empresa para crear más y mejores empleos. Una tarea pendiente, que hoy se vuelve urgente, dado el déficit[2] de apoyos a este sector en el mundo. México elaboró un plan de emergencia para reactivar la economía post-pandemia aún muy limitado, deberá ser más sólido e integral si se desea una exitosa recuperación.

Según el Plan de Reactivación Económica para empresas, negocios y trabajadores, para reactivar y estimular la economía en México, se destinaron 3 millones de créditos. El Gobierno otorgará un Crédito a la Palabra de 25 mil pesos por negocio, a pagar en tres años, incluidos tres meses de gracia. Este crédito, en su versión Apoyo Financiero a Microempresas Familiares o Crédito Solidario a la Palabra (IMSS), evidentemente no es suficiente, y tiene serios problemas en su proceso, desde el otorgamiento (limitado a estar registrado en el censo del bienestar) hasta la recuperación incierta de los créditos. Este programa se sumó a las Tandas para el Bienestar pre-COVID. Se encuentran programas estatales y municipales que se vincularon con instituciones financieras, también muy limitados a los criterios de los bancos que otorgan el crédito.

[1] Según los datos del Consejo Internacional para la pequeña empresa, este tipo de negocios, pertenezcan al sector formal o informal, representan más del 90% del total de empresas, generan entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial. https://www.un.org/es/observances/small-business-day
[2] La Corporación Financiera Internacional (CFI) estima que 65 millones de empresas, o el 40% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) formales en los países en desarrollo, tienen una necesidad financiera insatisfecha de $ 5.2 billones cada año, lo que equivale a 1.4 veces la actual. Asia oriental y el Pacífico representan la mayor parte (46%) de la brecha financiera, le siguen América Latina y el Caribe (23%) y Europa y Asia central (15%). Regiones de América Latina y el Caribe y Medio Oriente y África del Norte, tienen la mayor proporción de la brecha financiera, medida en 87% y 88%, respectivamente. La brecha financiera es aún mayor cuando se tienen en cuenta las microempresas y las empresas informales. https://www.worldbank.org/en/topic/smefinance