En Pocas Palabras
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La Sputnik V, una vacuna para México: COVID-19

Foto: sputnikvaccine.com

Teresa E. Hernández-Bolaños

El mundo se enfrenta a la inmunización de la población, al resto de vacunar de la manera más rápida y segura, evitar más decesos y elegir la opción más adecuada. Lograr el objetivo se ha convertido en un problema, México ha apostado por la polémica Sputnik V, “la vacuna rusa”, y por la no tan popular AstraZeneca, cuestión que ha provocado controversia. La estrategia mexicana es o no acertada, la vacuna rusa es la mejor o la peor opción.

El gobierno está enfrentando el problema en un escenario electoral. Los errores cometidos tendrán costos políticos. Sin embargo, muchas de las decisiones de los gobiernos no se limitan a las condiciones nacionales, dependen de un contexto internacional, la carrera por la obtención de las vacunas entre las naciones ricas y las pobres, más y menos vulnerables; en otras palabras, la campaña mundial de vacunación se está ejecutando de manera desigual.

Para muchos países obtener la vacuna y cumplir con la expectativa para que en los primeros 100 días todos los países hayan iniciado la vacunación de su personal sanitario y de las personas mayores, es una verdadera lucha. La OMS está haciendo un llamado para evitar el egoísmo de las naciones, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom, en la alocución de apertura en el Foro Económico Mundial del 29 de enero 2021, señaló que mientras los países ricos están distribuyendo vacunas a sus ciudadanos, los países menos desarrollados observan y esperan, personas sanas y jóvenes en naciones ricas acceden a la vacuna antes que grupos vulnerables en países pobres.

Por esta razón “…pedimos a los gobiernos que hayan recibido suministros de vacunas que las administren a sus sanitarios y a la población de edad y que destinen el resto de dosis al Mecanismo COVAX para que otros países puedan hacer lo mismo”[1], de igual forma hace un llamado para continuar financiando en su totalidad el Acelerador ACT (Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19), que incluye el COVAX, argumentando que los costos del egoísmo tendrá costos sanitarios y económicos que golpearán a todos. El Acelerador ACT es la colaboración mundial para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas. La COVAX es la colaboración para un acceso equitativo mundial a las vacunas, para que 2000 millones de dosis se puedan distribuir equitativamente para finales de 2021.

En este escenario AMLO anuncia el acuerdo con Putin, el presidente ruso, de recibir 24 millones de dosis para cubrir la inmunidad de 12 millones de mexicanos (Sputnik consta de 2 dosis) en un momento en que la vacuna rusa aún era cuestionada por su eficiencia. El 2 de febrero la revista médica The Lancet publicó que Sputnik V posee una efectividad de 91.6% para la prevención de la COVID-19 sintomático y el 100% de efectividad para prevenir enfermedad grave por coronavirus, basados en datos del ensayo de fase 3.

Son la Sputnik V y AstraZeneca las peores opciones, según su eficacia la mejor posicionada es la vacuna de Pfizer/BioNTech con el 95% de eficacia en la prevención de infecciones sintomáticas; le sigue la Moderna con un 94% de eficacia en la prevención de infecciones sintomáticas; la tercera es la Sputnik V con un 91.6% de eficacia para prevenir el COVID-19 sintomático y 100% para prevenir enfermedades graves; le sigue Novavax con un 89.3% de eficacia en promedio, del cual 95.6% contra el nuevo coronavirus y el 85.6% contra la variante del Reino Unido; la siguiente es Sinopharm con 79.34% de eficacia, pero cuyos datos no son precisos; luego AstraZeneca con el 70% de eficacia en promedio; detrás Johnson & Johnson con un 66% de eficacia en ensayo global, pero un 85% en enfermedades graves; y finalmente Sinovac con el 49.62% de eficacia, el 78% de casos leves y el 100% de casos moderados y severos.

Respecto a costos, para acceder a Pfizer/BioNTech habrá que pagar 20 dólares por dosis, a la Moderna 25 dólares, mientras que para AstraZeneca sólo 2.8 dólares y para la Sputnik V menos de 10 dólares. Para un país con poco más de 126 millones de habitantes de los cuales el 12% son mayores de 60 años, quizá las decisiones gubernamentales tengan sentido. Juzgue usted mismo.

[1] https://www.who.int/es/director-general/speeches/detail/teleconference—davos-agenda-world-economic-forum