Querétaro
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Falleció el exgobernador de Querétaro, Antonio Calzada Urquiza

muere el exgobernador de Querétaro, Antonio Calzada Urquiza
muere el exgobernador Antonio Calzada Urquiza.
El exgobernador de Querétaro, Antonio Calzada Urquiza con su hijo, José Eduardo Calzada Rovirosa, y con Francisco Domínguez Servién, en julio de 2015. Foto: Especial.

Iván Aldama Garnica

Querétaro, Qro.- Esta mañana fue informado que a los 88 años de edad falleció el exgobernador del estado de Querétaro, Antonio Calzada Urquiza, padre del también exmandatario José Eduardo Calzada Rovirosa.

Calzada Urquiza fue gobernador, por el PRI, hace cuarenta años, durante el sexenio de 1973 a 1979, en una época en la que despuntó el desarrollo industrial de Querétaro con la llegada de diversas empresas.

Arquitecto de profesión, graduado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), antes de ser mandatario estatal fue alcalde de Querétaro.

También, antes de ocupar el cargo político más importante en la entidad, fue delegado estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

A Calzada Urquiza se le recuerda, entre otras cosas, porque durante su gobierno fue construido un tramo de la Avenida Constituyentes, que hasta hoy sigue siendo una de las principales vialidades de la capital, pero también por obras en calles del Centro Histórico de Querétaro.

Sin embargo, en otra faceta de su mandato, ocurrieron actos de intolerancia y represión a movimientos sociales que demandaban soluciones a problemáticas de una ciudad en crecimiento, la cual transitaba de lo rural a lo industrial.

Salvador Cervantes García, uno de los dirigentes del movimiento estudiantil de los años setenta en Querétaro que fue detenido y expulsado de la entidad, recuerda que al inicio del gobierno de Calzada Urquiza ocurrió un aumento a la tarifa del transporte público, que derivó en la inconformidad de los alumnos, misma que, dijo, no fue atendida.

“El movimiento, pues propiamente le estalla entrando, en 73, que se recrudece más en el 74 porque en el 73, con la forma de manejarlo de hacer promesas y ‘sí se va a hacer’ y ‘se va hacer lo otro’ y al no haber nada, los estudiantes dicen pues ‘¿qué pasó con todas las promesas que se hicieron?’ y entonces estalla un movimiento más fuerte contra el gobierno por no atender las demandas en el transporte y es cuando, se secuestran, por decirlo entre comillas, algunas unidades”.

En ese contexto, al gobernador Antonio Calzada Urquiza le tocó inaugurar, el 08 de diciembre de 1973, con el presidente Luis Echeverría Álvarez y el rector José Guadalupe Ramírez Álvarez, el Centro Universitario de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Cervantes García recordó que el movimiento estudiantil, denominado “Voz Crítica”, continuó y terminó por ligarse a otros movimientos populares, integrados por obreros –quienes dijo se resistían al sindicalismo blanco y charro– y hasta por campesinos y amas de casa –quienes se oponían a la intención de las autoridades de cerrar expendios de leche bronca con el argumento de que “hacía daño”–.

“Ya era una cosa mucho más grande y es donde ya viene la represión muy fuerte, desde el 75 hubo detenciones porque se organizaban festivales de protesta, que no eran más que de música de protesta, lo que se viene a llamar la trova, no era algo del otro mundo, pero hasta eso le molestaba a la autoridad, o sea, había una cerrazón a que hubiera movilizaciones y que la gente se juntara”.

Salvador Cervantes, quien también difundió la publicación Voz Crítica, del mismo nombre que el movimiento estudiantil, relató que las detenciones continuaron hasta enero de 1976, por lo que el movimiento tuvo que interrumpirse durante aproximadamente un año.

“En el 75, cercano al primero de mayo, detienen a varias gentes, a varios compañeros, entre ellos también a mí, pero nos sueltan”.

El exdirigente narró que, en un primer momento, trataron de convencerlo de terminar con el movimiento: “Primero tratan de cooptarme, ¿no?, y cuando ya no se puede, vienen las amenazas”.

Con la advertencia de que su vida corría peligro, tuvo que salir de Querétaro por tres años y sólo pudo regresar cuando estaba por terminar el sexenio de Calzada Urquiza y antes de la toma de posesión del nuevo gobernador: Rafael Camacho Guzmán, también del PRI.

En la opinión de Cervantes García, el Gobierno de Calzada Urquiza actuó con temor o miedo ante una parte de la sociedad que se organizó y manifestó rasgos de una conciencia política de la época, impulsada por los movimientos estudiantiles de 1968 y de 1971 en la Ciudad de México.

No obstante, para el exdirigente estudiantil de Voz Crítica, la responsabilidad no sólo era propiamente del mandatario, sino de otros funcionarios que tenían que ver con la forma en la que se conducía el gobierno, entre ellos el primer secretario de Gobierno de Calzada Urquiza, Alejandro Maldonado Franco: “una persona nefasta que tenía en la cabeza telarañas, por decirlo de alguna manera”, expresó.

El actual gobernador, el panista Francisco Domínguez Servién, quien se encuentra de vacaciones, difundió un mensaje en su cuenta de Twitter:

Mi esposa Karina y un servidor, enviamos nuestro más sentido pésame a familiares y amigos de Antonio Calzada Urquiza, ex gobernador del estado de Querétaro. Deseamos que encuentren pronta resignación ante esta sensible pérdida (QEPD)“.

Domínguez Servién está casado con Karina Castro Alegría, nieta del exgobernador priísta, Juventino Castro Sánchez, quien fue el antecesor de Antonio Calzada Urquiza.

Después de ser gobernador de Querétaro, Calzada Urquiza ocupó cargos de dirección en aduanas.

En los años ochenta fue embajador de México en Colombia.

Reportes en medios de comunicación dan cuenta de que Calzada Urquiza falleció en el Hospital San Francisco, ubicado en una colonia cercana a la zona centro de la ciudad, y que será velado en Funerales Modernos.