Desde nuestra América
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Elecciones en Ecuador

Imagen: Especial.

Oscar Wingartz Plata*

El imperialismo, por su parte, no vio con buenos ojos la política nacionalista del gobierno, y sobre todo la integración activa de Ecuador a la OPEP, organización ala que visiblemente buscaba quebrar en su eslabón más débil, que por razones diversas resultaba ser precisamente nuestro país. A lo que habría que añadir la firme defensa de las 2000 millas de mar territorial, fuente permanente de conflicto, así como la expulsión de la misión militar norteamericana de Ecuador. Agustín Cueva.

El domingo 7 de febrero en Ecuador se realizaron las elecciones para el cambio de Presidente de la República con resultados en cierto sentido esperados, con una excepción, que van a una segunda vuelta electoral el próximo 11 de abril. Este asunto de una segunda vuelta no estaba presupuestada por el contendiente ganador Andrés Arauz con un 31.5%, de filiación correísta, del movimiento Unión por la Esperanza (UNES), seguidor del expresidente Rafael Correa, que gobernó del 2007-2017, se caracterizó por darle un giro profundo a la vida toda de Ecuador. En segunda posición quedó de manera imprevista Yaku Pérez del Partido Pachakutik, agrupación constituida por un conjunto de fuerzas y organizaciones indígenas aglutinadas en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) están contendiendo por la presidencia de ese país con un 20.04%. En tercer lugar quedó el banquero Guillermo Lasso, se suponía iba a ser una de las fuerzas a contender fuertemente con el movimiento correísta con un 19.97%, y en cuarta posición Xavier Hervas con un 16.28%. Un dato que llama la atención en estas elecciones, contendieron en esta primera vuelta, 16 candidatos, y no es poca cosa. Es en este marco que va a una segunda vuelta, y si las predicciones son correctas debe ganar Andrés Arauz.

Aquí vienen una serie de ideas y planteamientos en torno a estas elecciones que para muchos deben ser un parte aguas en la conducción político-social de Ecuador. Un primer dato es la presidencia que termina, con la figura de Lenin Moreno, que terminó antagonizando fuertemente con la propuesta y programa correísta. Incluso, no intentó contender en estas elecciones por el descrédito que fue trayendo acuestas, entre otros elementos, por el manejo que hizo de la pandemia. No es sencillo aceptar una serie de hechos y decisiones que toman las autoridades, y resultan contrarios a los intereses de la población, una de esas decisiones fue la pésima gestión ante la contingencia. Ecuador tuvo que enfrentar el inicio del contagio con recursos muy magros y la posibilidad de un contagio generalizado, a gran escala. Este hecho no lo ha pasado por alto la población.

Otro aspecto relevante en estas consideraciones es la fuerza política y organizativa que han adquirido las agrupaciones indígenas. Este es un elemento central en la vida contemporánea del país sureño. Desde los no tan lejanos años del último tercio del siglo pasado fueron conformando una estructura y una plataforma política, social, cultural clara y con un pensamiento articulado, este es uno de los elementos que les ha permitido tener esa presencia y esa fuerza en sus contextos. Uno de esos ejes es, la recuperación de Ecuador por los ecuatorianos. Todo esto desde una perspectiva político-cultural de gran envergadura.

Si retomamos el epígrafe propuesto para esta entrega veremos, que es una demanda clave en la historia presente, no sólo de este país, sino de muchas naciones que intentan salir de la órbita de extrema dependencia impuesta como pesada losa por Estados Unidos al continente latinoamericano. Esto no tiene nada de exagerado ni estridente, ha sido parte de una acción reiterada, a partir de nuestras independencias y como parte del proceso de consolidación estatal, que nos ha llevado por una ruta en extremo sinuosa. El caso extremo de esta situación es Centroamérica en su conjunto. Los proyectos, los programas, las plataformas de gobierno de una u otra forma han transitado por esa senda. Algunos con un éxito relativo, otros simplemente insinuados, otras más, sin posibilidad alguna de llevarlos adelante. Esto lo que se ha llamado “la hoja de ruta” de nuestros pueblos, ese anhelo de soberanía, independencia y desarrollo pleno.

Por otro lado, está un asunto que se reitera de manera incisiva, es el uso del lenguaje, las palabras, los conceptos. Esto viene, por la forma en que se refieren a estos procesos, “normalmente” los catalogan de “izquierdistas” desde posiciones de poder, es decir, los medios de información hegemónicos. Los medios que realmente contralan el flujo de información a escala global con el claro propósito de nublar, distorsionar o confundir a la población. Para el caso que estamos refiriendo es claro el asunto. El uso de esas nomenclaturas, simplemente, son exageradas, porque una cuestión que es evidente, ¿qué quiere decir para esos medios ser de izquierda? Esto si lo ponemos en un contexto muy concreto, es un uso faccioso del lenguaje. Hago mención de este punto, porque, parecería que la recuperación de Ecuador por los ecuatorianos fuera un acto sedicioso, oscuro, contrario a la condición humana. Es ahí donde la lucha política cobra mayor espesura, densidad y confrontación, en consecuencia, los lleva por callejones confrontativos y abigarrados.

A estas alturas de la historia, decir o afirmar que el proceso ecuatoriano encabezado por el posible presidente de Ecuador, Andrés Arauz no es izquierdista, más bien, deberíamos decir que es una propuesta progresista, que a su vez recupera una de las líneas fundamentales de su propio proceso, la recuperación de su nación y todo lo ello significa, sus recursos naturales, su cultura, su historia, sus formas de organización en amplio espectro. Estas serían algunas ideas y la relevancia que puedan tener estas elecciones en el país sudamericano. No nos dejemos confundir, nuestros pueblos tienen el derecho a elegir como se van a organizar, vivir y desarrollarse. Asunto clave en estas reflexiones.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Docente-investigador en la Facultad de Filosofía de la UAQ.