El Batán, otro ecocidio

Anaximandro Flores Valderrama*

En semanas recientes surgió una polémica en los medios de comunicación y diversas fuentes de información locales, con respecto a la autorización el día 09 de julio del presente por la mayoría de los regidores del municipio de Corregidora, a tres polígonos que forman parte del área de El Batán, misma que es considerada Área Natural Protegida Estatal, con fecha de publicación de la declaratoria 06 de junio de 2013, y publicación del plan de manejo 03 de junio de 2016 con superficie total de 3,555 hectáreas.

Dicha área, desde el punto de vista hidrológico, forma parte de la Región hidrológica número 12 de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago, comprendiendo 5 microcuencas, como la de Corregidora, Amealco y Huimilpan, las cuales aportan la mayor parte de los escurrimientos superficiales que tributan a la presa El Batán, el cual, cuenta con especies vegetales y animales endémicas por consecuencia incluidas en la nom-059 SEMARNAT.

Dicho decreto, decíamos, contempla 3 polígonos que sería afectados ya que  en dicho documento se establece el cambio de uso de suelo con clasificación H4, es decir en el área en cuestión se podrían asentar hasta edificios de 4 pisos, nada más aberrante y perturbador. Por otro lado, en uno de dichos polígonos se pretende realizar un nuevo trazo en la carretera Santa Bárbara-Coroneo, justo a la altura de la entrada al Parque Río El Pueblito (de lo cual ya habíamos informado en publicaciones anteriores).

Si lo anterior resulta grave y finalmente se autoriza dicho decreto, podemos estar presenciando otro ecocidio, ¿por qué escribo “otro”? Si tenemos buena memoria solo para recordar La Peña Colorada, El Tángano, El Cimatario, solo por  señalar algunos casos también en grave riesgo de ecocidio, es destrucción de la masa vegetal, de hábitats de vida silvestre, reducción y contaminación de escurrimientos superficiales a la cuenca baja del Río El Pueblito, destrucción de servicios y bienes ambientales. En pocas palabras atentatorio a la sociedad.

Si lo anterior es aterrador, lo siguiente es escalofriante, y de no dar crédito a lo que pude VER. A saber, en días pasados recorrí una parte de la presa El Batán, que por cierto, registra niveles mínimos de almacenamiento. Entendiendo con ello, que en la parte alta de la cuenca, es decir, en los municipios de Amealco y Huimilpan poca o nula precipitación y no es tema menor, y regresando al recorrido por el camino de terracería desde la entrada protegida con un portón y continuando con la ruta que lleva a la presa y no es nuevo el cercado que hasta no hace meses existía.

Lo novedoso y sospechoso de tal cercado con malla ciclónica ha sido cubierto de manera que cualquier observador le sea imposible ver hacia abajo, es decir, hacia el río, a través de esas tiras plásticas que se tejen en la malla, a lo largo de dicho camino, en algunos pequeños espacios de dicha malla observe EN LAS MÁRGENES DEL RÍO construcciones, algunas casas y cabañas, grandes depósitos de agua, instalaciones eléctricas, en algún tramo del camino un enorme muro con igual tamaño del portón, movimiento de tierras, maquinaria pesada, hasta aquí todo parece celestial e ideal, ¿pero todo aquella parafernalia EN UNA ZONA FEDERAL? Y si a eso le sumamos toda aquella destrucción de las partes altas de los cerros circundantes enormes coronados por edificios, fraccionamientos, casas y hasta un muelle. En UNA ZONA FEDERAL. Entonces, me pregunto ¿dónde están y para qué sirve la CONAGUA, SEMARNAT, PROFEPA, SEDESU, GOBIERNO ESTATAL, MUNICIPAL?.

Por lo anterior, me pregunto: ¿quién ha permitido toda este Neoecocidio y devastación ambiental, Aguas arriba y aguas abajo de la cuenca del Área protegida, es un área gigante de la que estamos hablado, como para que nadie de todos aquellos y otros más no se hayan percatado de semejante destrucción, por cierto nada reciente, mi punto de vista es holístico es decir integral, si bien es cierto que el decreto antes citado desató la polémica de sólo una parte del grave problema, quizá pueda sonar exagerado y extremista, pero la cuenca de la Zona de El Batán así de esta manera y bajo un rigor analítico no solo hay que ver o conocer una de las partes hay que ver el todo. La zona de El Batán está en peligro de extinción.

No sólo hay cárteles del narcotráfico, del huachicol, de armas, de personas, también existen y ahí las pruebas, cárteles inmobiliarios coludidos con la o las autoridades no hay otra explicación, pese a los discursos que la corrupción se ha fulminado, parece que no, pues esa acción va a todo galope sin freno y cada vez más virulenta.

Ahora, con la tecnología de punta y tan solo con el sobrevuelo de un dron sobre la zona, me podrían desdecir. De la vista nace el amor. El todo está compuesto de sus partes.

*Docente.