El decomiso es una de las hipótesis detrás de lo ocurrido en “Los Cantaritos” mencionada por Carlos Flores, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS, en entrevista con el periódico El País.
Eric Pacheco
En un comunicado emitido el pasado 1 de noviembre, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó del aseguramiento de 453 kilos de cocaína en un camión procedente de la capital de Querétaro, que tenía como destino la ciudad de Tijuana, Baja California.
Ese hecho fue referido por Carlos Flores, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) al periódico El País, como una de las hipótesis detrás de lo ocurrido 8 días después en el bar “Los Cantaritos”.
“Pienso que ese aseguramiento debe entenderse como parte del contexto”, dijo el experto.
El personal de la Sedena detalló en su comunicado titulado: “El Ejército Mexicano asegura más de 450 kilogramos de cocaína en Sonora”, que personal del Puesto Militar de Seguridad Estratégico “Cucapah” ubicado en el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, había realizado el hallazgo.
“… al realizar una revisión a un tractocamión procedente de Querétaro, Qro., con destino a Tijuana, B.C., localizó en su interior 453 paquetes de un polvo blanco con las características propias de la cocaína, con un peso aproximado de 453 kilogramos, por lo que se procedió a la detención del conductor y al aseguramiento de la droga y el vehículo”.
También fue informado que el detenido y lo asegurado fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República con sede en San Luis Río Colorado, para determinar su situación jurídica y continuar con las investigaciones y acciones periciales que confirmen el tipo y cantidad de droga.
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