Testigo Ocular
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AMLO y su observación a un sector de la clase media “aspiracionista”

  • ¿Se equivoca el Presidente, que tuvo como lema de campaña: “Primero los Pobres”, al afirmar que un sector de la clase media es “aspiracionista” y “que no tiene escrúpulos morales”?
  • Si le interesa quedar bien con ese sector se está equivocando, pero sí es parte de sus posturas de ir contra corriente, como hemos visto que lo ha hecho a lo largo de su gobierno y de su trayectoria personal, no hay error en sus palabras.

Eric Pacheco*

Querétaro, Qro.- Los análisis y reflexiones sobre los resultados electorales, suelen mostrarnos las interpretaciones relativas y el interés personal de cada persona que los realiza.

Si bien en estos días la oposición apostó a decir que había ganado y el Presidente reaccionó en términos similares, más que un análisis partidista vale la pena observar otros aspectos, como lo es si estamos eligiendo lo que más nos va a funcionar como sociedad.

Y para saber si lo que elegimos es lo que más funciona, hay que partir de tener claridad en la visión del país que se desea o el rumbo que se quiere seguir o tomar, lo cual solemos definir por nuestros pensamientos y/o creencias.

No valorará lo mismo alguien que anda en la vida con la necesidad de aspirar a ser mejor con base en acumular riqueza, por ejemplo, que alguien que se inclina más por procurar una mayor justicia para todas las personas de la sociedad.

¿Está mal aspirar a acumular bienes o riqueza? No. Pero tampoco está mal ampliar nuestra mirada y ver la brutal desigualdad que hay en el país, en un Estado que se precia de ser democrático, así como la responsabilidad que todos tenemos en eso.

En este sentido habría que escuchar las palabras del Presidente de México, que a continuación reproduzco, al reflexionar sobre un sector de la clase media que describió como “aspiracionista”, con lo que el mandatario llevó la discusión a otro terreno.

“Hay un sector de la clase media que siempre ha sido así, muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole, son partidarios de que ‘el que no transa no avanza’, es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos, increíble, yo lo atribuyo a que son muy susceptibles a la manipulación”.

La reflexión la hizo tras la elección intermedia, después de 3 años, periodo en que el Presidente ha exhibido la corrupción y desigualdad generada por el sistema neoliberal.

“¿Cuál es el ideal?, porque también en el flanco izquierdo se dice: ‘no, si hay clase media, luego entonces va a haber más conservadurismo’, ¡no!, no, hay que sacar a millones de mexicanos de la pobreza y que se coloquen en la clase media, pero sin la mentalidad egoísta, con la doctrina del humanismo, una clase media fraterna, no individualizada, que eso es lo que hizo la política neoliberal ¿y cómo lo lograron?, pues con la educación, con los planes de estudio que llevaron a cabo todas las reformas, bueno, quitaron el Civismo, quitaron la Ética, redujeron la Historia a la nada”, agregó.

Es importante precisar que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), una familia de clase media tiene computadora, casa propia o está pagando el crédito de una vivienda, quien es cabeza de familia tiene, al menos, educación superior y está casado, sus hijos asisten a una escuela pública y además los integrantes de la familia gastan 4 mil 380 pesos cada 3 meses en alimentos y bebidas afuera del hogar y abonan 1,660 pesos a una tarjeta de crédito, así como que, por lo menos, uno de sus integrantes sea asalariado y labore para una empresa del sector privado.

¿Se equivoca el Presidente, que tuvo como lema de campaña: “Primero los Pobres”, al reflexionar sobre el papel de un sector de la clase media que considera que no tiene escrúpulos morales?

Si le interesa quedar bien con ese sector de la clase media se está equivocando, pero sí es parte de sus posturas de ir contra corriente, como hemos visto que lo ha hecho a lo largo de su gobierno y de su trayectoria personal, no hay error en sus palabras.

Resulta poco creíble atribuirle “rencor” o que simplemente el Presidente ahora la agarró contra la “clase media” por el resultado electoral, cuando es claro que Morena ganó la mayoría de gubernaturas, incluso que los objetivos de la alianza del PAN, PRI y PRD para tomar el control de la Cámara Baja fracasaron, sin dejar de observar que, en efecto, Morena aún cuando fue primera fuerza política redujo el número de espacios en ese Congreso.

No obstante, no es extraño que la oposición intente golpearlo por una postura distinta a la interiorizada en gran parte de la sociedad mexicana, como lo es la ilusión de aspirar “a ser mejor que otra ser humano”, incluso de quienes se sienten clase media aunque en realidad ni siquiera lo sean.

Con todo y las reacciones críticas, el planteamiento del Presidente es interesante, porque nos recuerda que si queremos mejorar como sociedad habrá que replantear nuestras creencias, pensamientos y en consecuencia valores, es decir, definir si seguimos centrados en el individualismo o transitamos a una sociedad más solidaria.

Desde mi perspectiva sería la sociedad la que tendría que estar impulsando estos planteamientos al Presidente y a su gobierno, a menos que se aspire a mantener lo que vivimos durante las últimas décadas, una sociedad orientada a acumular, lo que arrojó como resultado una profunda desigualdad y la tristeza para millones de mexicanas y mexicanos.

*El autor es director de Libertad de Palabra y corresponsal de Proceso en Querétaro.