Cartas desde la locura
Cartas desde la locura

Adiós, Pasteur Sur 36 / I

Pasteur Sur. Golpe a golpe.

Ramón Martínez de Velasco

@ramavelm

Veinticinco años duró la vida activa y productiva del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq), donde colaboré como redactor, revisor y corrector de textos de 1998 al 2015, año en que comenzó su decadencia y virtual desaparición.

Durante el último sexenio no crearon nada.

En materia de comunicación sólo se montaron en el trabajo realizado años antes y hasta inventaron el cargo de “correctoras de estilo”, que se cubrió sin corregir y sin estilo.  

Con la llegada del nuevo gobierno estatal, el Concyteq queda a la deriva y hasta en riesgo de ser clausurado, con todo lo que ello implica para un gran número de investigadores, académicos y estudiantes.

Tal es la herencia que la última administración le deja al estado de Querétaro.

I

En la hermosa casona de Pasteur Sur 36, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro, queda el legado de gente visionaria que el 9 de diciembre de 1986 creó el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro, y de auténticos profesionales que modificaron a la sociedad queretana, a su acontecer cultural, político y económico.

Gente visionaria y profesional que fundó el primer Consejo estatal en la República Mexicana, y dio a Querétaro su primer Programa de Desarrollo Científico y Tecnológico.

Gente visionaria y profesional que supo reconocer el papel de la ciencia y la tecnología para reforzar y mantener aquella filosofía que reza “piensa global, actúa local”.

Gente visionaria y profesional que supo planear, organizar, descentralizar y vincular a los sectores educativo y productivo, porque ni de moderno ni de modernidad Querétaro tenía algo de qué presumir.

II

En 1986 y no obstante el páramo urbano, los pioneros de Pasteur Sur 36 proyectaron “difundir más ampliamente información científica y tecnológica entre sus productores y la sociedad en general”, formar recursos humanos especializados y crear nuevos centros de investigación, todo lo cual ocurrió y transcurrió hasta el 2015, año en que fue virtualmente secuestrado el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro.

De 1998 al 2015 el ambiente fue propicio para que todos allí pudiéramos desarrollar nuestra labor, con libertad, y en mi caso, con plena conciencia de que en el Concyteq se cocinaba una muy otra cosa, mucho más nutritiva que la ‘información chatarra’.

Todo ello se perdió en el último sexenio.

Y de todo ello también es responsable el gobernador saliente.

Y de todo ello también será responsable el gobernador entrante.

Epílogo

La del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro es, también, mi biografía.